18
de Diciembre de 2016
LA
MANERA DE PREDICAR LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
INTRODUCCIÓN: En el
pasado, hasta en el día de hoy la gente y hasta el pueblo de Dios, no ha entendido
a Jehová Dios y ÉL ha pasado por alto esta época de ignorancia. Sin embargo, ahora ordena a toda la
humanidad que cambie su manera de pensar y de vivir. Jehová Dios ha
tolerado por mucho tiempo la idolatría, pero
ahora está llegando a su fin los tiempos de esta ignorancia, y por medio
de sus siervos que estamos predicando la Sana Doctrina de Cristo, ahora manda a
todos los hombres de todas partes que se arrepientan de su idolatría. Toda la
secta y religiones, de los hombres doctos debe sentirse sumamente afectada por
el discurso del apóstol Pablo, que tiende a demostrar el vacío o la falsedad de
sus falsas doctrinas. (Hch 17:26-31)
“26 Y de una sangre ha hecho todo el
linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos,
y los límites de su habitación;
27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque
ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en ÉL vivimos,
y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también
han dicho: Porque linaje suyo somos. 29 Siendo,
pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o
plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. 30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia,
ahora manda a todos los hombres en
todo lugar, que se arrepientan; 31
por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos”.
Jehová Dios, lo que realmente nos quiere
dar a conocer, con mucha claridad por medio del apóstol Pablo no es su propia reputación del apóstol,
sino la del Santo Evangelio,
y la perseverancia de los verdaderos cristianos en el camino de la salvación. Así que Jehová Dios, tomó la decisión de
escribirnos, por medio del apóstol Pablo, con el fin de recordarnos cuál es nuestro
comportamiento mientras Jehová Dios, se hace presente por medio de la
predicación, en persona de Jesucristo y del Espíritu Santo, lo cual debemos de
tener congruencia con el mensaje que se predica. Pero al mismo tiempo que hace su defensa, expone también cuáles son las
verdaderas motivaciones que un siervo de Dios debe tener.
Vamos a considerar algunos de estos
principios que tienen valor en la Sana Doctrina de Cristo permanente, y más en
nuestros tiempos cuando frecuentemente las religiones lo que están consiguiendo
es separar al pueblo de Dios, y nos encontramos con escándalos originados por
líderes religiosos que saltan a la prensa porque no viven de manera coherente
con el Santo Evangelio. El ejemplo
que usa Jehová Dios en las Sagradas Escrituras, nos muestra a través de
la vida del apóstol Pablo, que, al predicar la Sana Doctrina de Cristo, no es
en vano porque no está diseñada para agradar a ningún ser humano, y que a los
oyentes no les trae ninguna carga, y que no tiene ningún error doctrinal. Escudriñaremos este contexto de las
Sagradas Escrituras (1 Tesa 2:1-12). La
cercanía del siervo a las ovejas que cuida para Dios tiene que ser una
evidencia, (1 Ts 2:1) “1 Hermanos, ustedes
saben que la visita que les hicimos no fue tiempo perdido”. La primera
cosa que caracteriza es el servicio incondicional, el estilo de del apóstol
Pablo es su cercanía y transparencia, de tal manera que, aunque había pasado
poco tiempo en Tesalónica, todos los creyentes allí habían podido llegar a
conocerle de forma muy personal. El apóstol no era una celebridad remota, un servidor distante al que difícilmente
se podía acceder, sino que
había vivido entre ellos, trabajaba
a su lado, visitaba sus casas, conocía
sus familias. Para ellos Pablo no era un extraño, y su ministerio lo
había ejercido a la vista de todos, de forma completamente transparente, sin
nada que ocultar. Por esta razón, al comenzar su defensa, frente a las
calumnias que estaban diciendo de él, Pablo
apela a lo que ellos mismos conocían de él.
Veamos
cómo este argumento lo repite una y otra vez:
(1
Ts 2:1) "Vosotros mismos sabéis...".
(1
Ts 2:2) "Como sabéis, tuvimos denuedo en
nuestro Dios para anunciaros el evangelio...".
(1
Ts 2:5) "Nunca usamos de palabras lisonjeras,
como sabéis...".
(1
Ts 2:9) "Porque os acordáis, hermanos, de
nuestro trabajo y fatiga...".
(1
Ts 2:10) "Vosotros sois testigos, y Dios
también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con
vosotros". Las iglesias
necesitan pastores cercanos, que tengan trato personal con toda la
congregación, transparentes, que actúen con naturalidad, accesibles, que su
manera de vivir sea conocida por todos.
UNA
INQUEBRANTABLE PASIÓN
por predicar La Sana Doctrina de Cristo que es el Evangelio de
Dios en medio de una fuerte oposición. (1 Ts 2:2) “2 Antes de llegar a su ciudad, sufrimos mucho en Filipos. Se hablaba mal de nosotros, como ustedes ya lo saben. Cuando llegamos a su ciudad, muchos estaban en contra nuestra, pero Dios nos ayudó a ser
muy valientes y a contarles las buenas noticias”.
Pablo
les recuerda que cuando llegó a Tesalónica todavía tenía su cuerpo magullado
por los azotes y el encarcelamiento que habían sufrido en Filipos.
De hecho, igual que el apóstol Pablo, sabía
que siempre que se predica la Sana Doctrina de Cristo, se va a
encontrar con oposición; es una parte ineludible del precio que un siervo
de Jehová Dios tiene que pagar.
Después de todo lo que habían pasado
en Filipos, lo que aconsejaría el sentido común era retirarse, no correr más
riesgos, ser más discreto, no llevar a cabo una predicación tan abierta y directa, evitar
predicar en la sinagoga sobre aquellos temas que tanto molestaban a los judíos.
No tenía miedo, sino una plena confianza
para hablar de la Sana Doctrina de Cristo en el Evangelio con toda claridad. El
Espíritu Santo que vence el temor y proporciona "Valor, energía
y decisión" así es como obra el Espíritu Santo.
Las
motivaciones de la predicación de la Sana Doctrina de Cristo deben de ser puras
(1
Ts 2:3) “3
No estábamos equivocados en lo que hablamos.
Tampoco hablamos con malas intenciones, ni
con el propósito de engañar a nadie”. Leyendo este versículo no es
difícil imaginar las acusaciones de los enemigos de la Sana Enseñanza del Evangelio
en Tesalónica y también hasta nuestros tiempos. Muchísimos cristianos en este tiempo piensan que este tipo de
predicación con la Palabra expositiva tal como está Escrito; Seguro que estarán
diciendo que el mensaje predicado es erróneo, sus motivaciones impuras y
sus métodos se caracterizaban por las emociones, el engaño y la
manipulación. Estas han sido acusaciones frecuentes en todas las épocas
hasta el día de hoy. La defensa de la Sana Doctrina de Cristo, Pablo se basa en
los siguientes puntos:
1.
El mensaje es confiado por Dios mismo,
de ahí su completa veracidad,
fiabilidad y autoridad. No hay nada de invención humana. 2. Las
motivaciones están marcadas por la santidad, y han sido probadas y
aprobadas por Jehová Dios. 3. Los métodos estaban marcados por la
honestidad. En las Sana
Doctrina de Cristo No se debe
de emplear procedimientos astutos ni engañosos con el fin de atrapar a sus
oyentes (la palabra traducida
"engaño" se empleaba para describir la carnada que servía para atraer
y atrapar al pez). (2 Co 4:2) "Antes
bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad
recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios".
Los
predicadores de la Sana Doctrina de cristo deben de ser; Probados y aprobados
por Dios. (1 Ts 2:4) “4 Al contrario, hablamos como quienes han sido aprobados por Dios con la misión de dar de conocer las
buenas noticias. No estamos
tratando de agradar a ningún ser humano, sólo buscamos agradar a Dios, quien juzga si nuestro corazón
es bueno o malo”. Dios había sometido a una prueba rigurosa a Pablo y éste
había sido hallado genuino, auténtico, por lo que había puesto sobre él su
sello de aprobación. Este es el significado de la expresión "fuimos
aprobados", que se usaba para describir lo que hacía un experto en metales
para determinar la calidad o el peso de una moneda.
Cuando
Pablo escribía a Timoteo muchos años después, todavía se asombraba de que Dios
le hubiera tenido "por fiel" y le hubiera puesto en el ministerio
depositando en él el tesoro de la Sana Doctrina de Cristo en las Sagradas
Escrituras (1 Ti 1:12,13) “12 Doy gracias al
que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas
fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad”. Notemos también que esta aprobación
divina no es simplemente una apreciación en su emoción de Pablo, sino
que otras personas habían confirmado también que había sido Dios quien
realmente le había señalado para este ministerio:
Al
primero a quien Jehová Dios le reveló esto fue a Ananías (Hch 9:15-17)
“15 El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido
me es éste, para llevar mi Nombre en presencia de los gentiles,
y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi
nombre. 17 Fue entonces Ananías y
entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor
Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu
Santo”. Años después los apóstoles de Jerusalén ratificaron la legitimidad
de su ministerio (Ga 2:6-9) “6
Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo
nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de
reputación nada nuevo me comunicaron. 7
Antes, por el contrario, como vieron
que me había sido encomendado el Evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión
8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión,
actuó también en mí para con los gentiles), 9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo,
Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos
dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los
gentiles, y ellos a la circuncisión”.
Para
evitar sorpresas desagradables al final de nuestra carrera,
es imprescindible desear ser examinados
constantemente por la misma Palabra en las Sagradas Escrituras. (Sal 139:23-24) “23 Examíname, oh Dios,
y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino
eterno”. (2Cor. 13:5) “Examinaos a vosotros mismos si estáis en
la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos,
que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”. De la manera correcta de examinarse uno
mismo es por medio de la Sana Doctrina de Cristo, en las Sagradas
Escrituras. ¿Predico el
Evangelio tal como aparece en las Sagradas Escrituras o he cedido a las
filosofía y modas teológicas del momento? ¿Estoy aceptando chantajes morales y espirituales de la congregación o
del mundo? ¿Estoy buscando los
aplausos y complacer a los oyentes en lugar de buscar la gloria de Dios? Por
esta razón también nosotros mismos debemos revisar constantemente nuestro
trabajo en el ministerio. Los
predicadores enfrentan continuamente muchas tentaciones, (Ga 1:10) “Pues, ¿busco ahora
el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los
hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de
Cristo”. Si Pablo hubiera estado intentando agradar a Dios y a los
hombres al mismo tiempo, se habría visto en la difícil situación de estar queriendo
servir a dos señores a la vez. (Mt 6:24)
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al
otro, o estimará al uno y menospreciará al otro?”. Jehová Dios nos da este ejemplo del apóstol Pablo, porque debemos de saber que predicar de
la Sana Doctrina de Cristo de su Evangelio Santo; No es popular, que
a muchas personas les desagrada y no
están de acuerdo con esta forma, porque
no hay emociones. Por esta razón, Jehová Dios, por medio del apóstol Pablo
nos enseña que de ninguna manera debemos de cambiar lo que “ESCRITO ESTÁ” para decirle a la gente lo que ella quiere
oír, sino que les seguiremos
predicando lo que necesitan oír, puesto
que están en juego el destino eterno de sus almas; (Tito 2:1) “Pero tú habla lo
que está de acuerdo con la Sana Doctrina”.
Alguien
que predica la Sana Doctrina de Cristo No buscaba provecho ni exaltación
personal:
(1 Ts 2:5-6) “5
Ustedes saben que nosotros no hemos
tratado de convencerlos hablando
bien de ustedes. Tampoco
queremos que nos den dinero. Dios
es testigo de que no tenemos nada que ocultar. 6 No buscamos ningún reconocimiento de ustedes ni de nadie”.
Cómo Autor de las Sagradas Escrituras,
Jehová Dios toma este ejemplo de las acusaciones que le hacen al apóstol Pablo,
porque muchos usan y utilizan palabras lisonjeras para engañar, actúan movidos
por el amor al dinero y sólo están buscando fomentar su reputación y hacerse
importantes entre el pueblo cristiano. No
cabe duda de que la adulación es una forma barata de comprar a la gente. Jehová
Dios habla de este tipo de personas: (Judas
1:16) “16 Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios
deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar
provecho. 17
Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas
por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que
andarán según sus malvados deseos. 19 Estos
son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu”. El verdadero Evangelio, siempre te va a
edificar, exhortar y consolar: (1Cor
14:3) “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación
y consolación”. Frente a
esto, Pablo cita a Dios por testigo y afirma que su manera de trabajar no
estaba orientada en ningún momento hacia el beneficio propio, sino que había
servido a los creyentes de forma totalmente desinteresada.
Un
predicador de la Sana Doctrina de Cristo; No debe de ser como los pastores de
Israel denunciados en las Sagradas Escrituras: (Ez 34:2-5) “2
Hijo de hombre, profetiza contra los
pastores de Israel; profetiza,
y dí a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí
mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? 3 Coméis la grosura, y os vestís de la
lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. 4 No
fortalecisteis las débiles, ni
curasteis la enferma; no
vendasteis la perniquebrada, no
volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.
5 Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las
fieras del campo, y se han dispersado”. Si
tu has nacido de nuevo entonces tu perteneces a este pueblo de Israel (Isa. 56:10-12) “10 Sus atalayas son
ciegos, todos ellos
ignorantes; todos ellos
perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. 11 Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender;
todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada
uno por su lado. 12 Venid, dicen,
tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o
mucho más excelente”.
Un
predicador de la Sana Doctrina de Cristo; Tampoco actúa como el pastor a sueldo descrito por en
las Sagradas Escrituras, cuyo interés es exclusivamente económico, y no quiere
asumir ningún riesgo personal: (Jn 10:12-13) “12
Mas el asalariado, y que no es el
pastor, de quien no son
propias las ovejas, ve venir
al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no
le importan las ovejas”. Debemos revisar bien nuestro comportamiento, porque
muchos líderes evangélicos modernos han traído esta misma crítica sobre el
cristianismo por los métodos que
utilizan para recaudar fondos para su causa.
Otra
de las acusaciones tiene que ver con la exaltación propia.
Así como el apóstol Pablo era simplemente un siervo indigno llamado y utilizado
por la gracia de Jehová Dios por medio de Jesucristo. (Lc 17:9,10) “9 ¿Acaso
da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10 Así también vosotros, cuando hayáis
hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues
lo que debíamos hacer, hicimos”.
Todo siervo de Dios puede caer en la tentación de usar palabras lisonjeras para
ganar a su audiencia, o servir por amor al dinero, o buscar su propia
vanagloria. Roguemos a Jesucristo que ÉL nos libre de todas ellas.
Hasta
este momento Pablo se ha defendido de las acusaciones de sus opositores
diciendo lo que no había hecho, pero a partir
de aquí comienza a explicar los aspectos positivos de su Servicio. Para ello
utiliza la figura, de una madre, aplicada a su persona, cuando está sirviendo. (1 Ts 2:7) “Somos apóstoles de Cristo.
Si hubiéramos querido, habríamos podido imponer nuestra autoridad. Pero hemos
sido muy amables con ustedes, como
una madre que se preocupa por sus hijos”. Por un lado, la madre es una
mujer que amamanta y cría a sus niños. Jehová Dios por medio del apóstol Pablo
usa esta ilustración porque es consciente de que los creyentes que están bajo
su cuidado no le pertenecen a él, sino que son del Señor Jesucristo. Luego la ilustración como una madre. Que
utiliza la misma ternura y sentido de responsabilidad con los que trataría a
sus propios hijos. Esta figura de una madre que cuida de sus hijos es
muy sencilla de entender y rica en significado. Nos sugiere amor sacrificado y
desprendido, cuidado, ternura, afecto, protección. Pablo veía a los creyentes
en Tesalónica como niños recién nacidos a quienes tenía que cuidar con esmero y
cariño. Un predicador de la Sana
Doctrina de Cristo; No debe ser autoritario, distante, duro o intransigente,
sino una persona tierna, accesible y afable, dispuesta a atender a los demás
con amor sacrificado.
Un
predicador de la Sana Doctrina de Cristo; Tiene una disposición de entrega
personal a favor de los creyentes, (1 Ts 2:8,9) “8 Los
amamos mucho y por eso nos alegramos de compartir con ustedes las buenas noticias
de Dios. Además, ustedes se han
vuelto tan importantes para nosotros que nos sentimos felices de compartir con
ustedes hasta nuestra propia vida. 9
Hermanos, sé que ustedes recuerdan lo duro que trabajamos día y noche. No
quisimos ser una carga para ustedes, por
eso no les pedimos ningún salario por nuestro trabajo de anunciarles las buenas
noticias de Dios”. Pablo expresa el cariño y afecto entrañable que se
siente por los creyentes. Tal es así, que en ese momento cuando están separados
por la oposición del enemigo, él siente un intenso deseo y añoranza de estar
con ellos. Ahora nos dice que los
amaba tanto, que no sólo deseaba compartir la Palabra con ellos, sino todo su
ser sin reservas. Aquí vemos la entrega no sólo del mensaje, sino del mensajero.
Un predicador de la Sana Doctrina de
Cristo; Debe de tener un comportamiento santo que sirva de modelo a los
creyentes, (1 Ts 2:10) “Ustedes y Dios son testigos de que cuando estuvimos
con ustedes los creyentes, nos
comportamos de una manera santa, justa
y honesta”. Esto describe con
plena confianza, pudiendo apelar a su testimonio y al de Jehová Dios mismo para
confirmar que efectivamente su comportamiento entre ellos es intachable.
Esto es muy importante, porque el servidor
cristiano siempre es un blanco preferente de satanás y del mundo, por
eso es imprescindible que tanto en su vida privada como pública esté libre de
reproche y pueda sobrevivir al escrutinio más estricto. Al mismo tiempo, un comportamiento así siempre será un ejemplo
válido que los creyentes podrán imitar. Porque su cabeza es Jesucristo (1 Co 11:1) “Sed imitadores de mí,
así como yo de Cristo”. (Jn 10:4) “Y cuando ha sacado fuera todas las
propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz”.
Un
predicador de la Sana Doctrina de Cristo; Siempre se la pasa Exhortando y consolando a los
creyentes como un padre, (1 Ts 2:11,12) “11 Ya saben muy bien que nosotros
tratamos a cada uno de ustedes como
un padre trata a sus propios hijos. 12 Los exhortamos,
consolamos y animamos a vivir de una manera que honre a Dios, quien los invita a entrar en su reino y
en su gloriosa presencia”. Ahora Jehová Dios por medio del apóstol
Pablo, emplea la figura del padre. Porque a pesar de que en nuestra cultura
moderna la diferenciación de los sexos va desapareciendo, las Sagradas
Escritura nos muestran que el papel de la madre y el padre son distintos y
complementarios en la educación de los hijos. Como ya hemos visto, la figura de la madre sugiere ternura, cuidado,
alimentación; En cambio, la del padre se identifica mayormente con la
autoridad, firmeza, enseñanza, orientación, disciplina. Por lo tanto, la estrategia de Pablo fue
combinar la predicación pública con un ministerio más personal en las casas:
(Hch 20:20) “y cómo nada que fuese
útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas”. La vida cristiana no es simplemente un
conjunto de enseñanzas que creer, sino una manera de vivir, de andar. Conforme
al Espíritu o conforme a la carne. Debemos vivir santamente porque Dios que nos
llama lo es (1 P 1:15) “sino, como
aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera
de vivir”. El propósito de este tipo de
vida es que estuvieran preparados para "Ser la Nueva Jerusalén", (Apo
21:1-3) “1 Vi un cielo nuevo y
una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y
el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido. 3 Y oí una
gran voz del cielo que decía: He aquí
el tabernáculo de Dios con los hombres, y ÉL morará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”. Y esto sólo es posible viviendo de
una forma consecuente con el Dios que les había llamado. Esta es la meta más
alta a la que puede aspirar un cristiano: andar como hijos del Rey de la gloria
en este mundo. Esto implica vivir en estrecha comunión con el Rey
Jesucristo, Jehová Dios y el Espíritu Santo, obedeciéndole y siguiéndole;
vivir en este mundo conforme a los principios de su reino futuro. Para conseguir este fin, la labor de un pastor puede contribuir
mucho a que esta meta se alcance en la vida. ¿Puede haber una ocupación
más bendita, o un desafío más glorioso?
PREDICADOR
DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me
queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la
Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de
ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a
cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo
se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO
VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 506-3660
https://viclaly5757.blogspot.com https://www.bible.com/es/bible/149/jhn.6.rvr1960