Lerma,
Domingo, 04 de Agosto de 2013
EL
VALOR DE LA VERDAD DEPENDE EN CUANTO VALORAS A JESÚS
(Juan
14:6) “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí”. (Isa 29:13,14) “13 Dice,
pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón
está lejos de mí, y su temor de mí no
es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado; 14 por tanto, he aquí que nuevamente
excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso;
porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de
sus entendidos”.
(Hos
4:1) “Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los
moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento
de Dios en la tierra”.
INTRODUCCIÓN
Comenzare
contándoles que somos del Estado de Sonora y ahí un gerente de una tienda se
acercó al mostrador justo a tiempo para escuchar a uno de sus trabajadores
decía a un cliente: "Hace tiempo
que por aquí no ha habido, y parece que no la vamos a tener durante algún
tiempo." Horrorizado, el gerente se acercó al cliente y le dijo:
"Por supuesto que pronto la
tendremos. La acabamos de ordenar la semana pasada." Después de que el
cliente se hubiese retirado (con una
expresión de confusión en el rostro), el gerente le dijo a su trabajador: "Jamás, pero jamás le diga a un
cliente que se nos ha agotado algo. Siempre dígales que lo hemos ordenado y que
viene en camino. Ahora, ¿Qué es lo que quería la señora?" Respondió el
trabajador: "Estábamos hablando de
la lluvia."
Una
mentira puede parecer la mejor forma de quedar bien y de salirse de un
problema, pero crea otros problemas también,
como en este caso. Cuando uno descubre una mentira provoca lo siguiente: "Lo que molesta no es que me hayas
mentido, sino que de aquí en adelante ya no te puedo creer".
(Colosenses
3:6-10) “6 cosas por las cuales la ira de Dios
viene sobre los hijos de desobediencia, 7
en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en
ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas:
ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos
despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”.
(Efesios
4:22-25) “22 En cuanto a la pasada manera de
vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de
vuestra mente, 24 y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira,
hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de
los otros”.
Hemos
recibido una vida nueva de parte de Dios.
Cristo nos ha revestido de su justicia, si hemos creído en El para recibir su
perdón. Ahora somos llamados a deshacernos los remanentes que quedan en
nosotros de la vida vieja y vivir en la vida nueva.
(Juan
8:44) “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre
queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en
la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira”.
Hoy consideramos
lo que nos dice el pasaje en: (Colosenses
3:9) "No mintáis los unos a los
otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos". En el
mundo, la mentira es común. Es la forma en que todos se llevan en el mundo. Es
natural incluso enseñarles a los hijos a mentir; cuando llega una llamada
indeseada, se les dice: "Dile que
no estoy". Esas costumbres ya no son correctas para los creyentes.
Pero…,
¿Por qué mentimos? Se me ocurren dos razones:
mentimos para conseguir algo que
queremos, y mentimos para quedar
bien. Vamos a ver dos ejemplos
bíblicos de personas que mintieron por estas razones, para ver cómo respondió
Dios a sus mentiras.
Empezamos
con un hombre llamado Guiezi, el siervo del profeta Eliseo. Acababa de suceder algo maravilloso. Un
hombre llamado Naamán, un comandante
del ejército de una nación vecina a Israel, había sido curado de su lepra por
medio de Eliseo.
Como resultado de
este milagro, él reconoció que el Dios de Israel es el Dios verdadero, y hasta
se llevó una carga de tierra israelita consigo de regreso a su tierra para
poder adorar al Señor allí en lugar de los ídolos de su pueblo, (2 Reyes 5:17) “Entonces Naamán dijo: Te
ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de
mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni
ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová”.
Cuando este
hombre Naamán se despidió de Eliseo, le ofreció suntuosos regalos como muestra
de su gratitud por el beneficio que había recibido. El profeta, sin embargo, se
rehusó por completo a recibir cosa alguna por lo que Dios había hecho.
Simplemente lo despidió con su bendición. (2
Reyes 5:16) “Mas él dijo: Vive
Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara
alguna cosa, pero él no quiso”.
Ahora
llegamos a Guiezi, el siervo de Eliseo.
El oía todo esto, y pensaba:
(2
Reyes 5:20) "Mi amo ha sido demasiado bondadoso con Naamán. Voy a ir detrás de
él para ver si me traigo algo."
Sigamos
leyendo ahora la historia en (2 Reyes 5:21-24) “21 Y siguió Guiezi a
Naamán; y cuando vio Naamán que venía corriendo tras él, se bajó del carro para
recibirle, y dijo: ¿Va todo bien? 22
Y él dijo: Bien. Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta
hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que
les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos. 23 Dijo Naamán: Te ruego que tomes dos talentos. Y le insistió, y
ató dos talentos de plata en dos bolsas, y dos vestidos nuevos, y lo puso todo
a cuestas a dos de sus criados para que lo llevasen delante de él. 24 Y así que llegó a un lugar secreto,
él lo tomó de mano de ellos, y lo guardó en la casa; luego mandó a los hombres
que se fuesen”.
Naamán,
cuando se presentó inicialmente ante Eliseo, había sido un hombre prepotente y
orgulloso. Ahora, sin embargo, se ha vuelto
humilde. Cuando Guiezi recita su cuento, amablemente Naamán le da el doble de
lo que pide. Está agradecido con el
Señor por lo que le ha hecho, y ve aquí la forma de pagárselo.
Ahora,
pensemos un momento. ¿Qué le costó a
Naamán darle estas cosas a Guiezi? Para él habrían sido una pequeñez, a
comparación con la sanidad que había recibido. No le dolió dárselas. Alguien podría alegar que la mentira de
Guiezi no le causó daño a nadie. Veamos ahora si Dios acepta esta forma de
pensar. Sigamos leyendo en el verso
25: "Y él entró, y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿De
dónde vienes, Guiezi? Y él dijo: Tu siervo no ha ido a ninguna parte."
Podríamos
pensar que la mentira de Guiezi no había lastimado a nadie, pero Dios no lo vio
así. Le reveló a Eliseo lo que su siervo
había estado haciendo, y como resultado de su mentirita, fue castigado con la
temible enfermedad de la lepra. Claramente
Dios tomó muy en serio su mentira.
Pero
quizás esté bien mentir, si sólo es para quedar bien. Así nadie pierde nada, y
uno evita problemas. Vamos a
considerar ahora el ejemplo de una pareja que sólo quería quedar bien. Ellos habían llegado a conocer al Señor, y
formaban parte de la Iglesia en Jerusalén durante sus comienzos. El día de
Pentecostés había pasado no hace mucho, cuando la Iglesia se fundó bajo el
poder del Espíritu Santo.
Durante este
tiempo, había un gran espíritu de comunión y ayuda mutua en la iglesia. Varias
personas vendieron terrenos o propiedades que tenían para que el dinero se
usara en beneficio de los necesitados de la congregación. Uno de ellos fue
Bernabé, el hombre que posteriormente aceptaría a Pablo después de su
conversión y lo acompañaría en su primer viaje misionero. Dos personas de la congregación vieron lo que estaba sucediendo, y
decidieron que ellos también querían aportar. Vendieron una propiedad, pero
sólo dieron parte del dinero a los apóstoles. Se quedaron con una parte del
dinero, pero dieron a entender a todos que habían dado la suma completa.
Quiero que veamos
ahora cómo respondió Dios ante esta acción de la pareja.
(Hechos
5:1-6) “1 Pero cierto hombre llamado Ananías,
con Safira su mujer, vendió una heredad, 2
y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una
parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti?
y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a
Dios. 5 Al oír Ananías estas
palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantándose los jóvenes, lo
envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron”.
Tenemos
que entender muy bien cuál fue el pecado de Ananías y Safira.
Su pecado no fue quedarse con parte del dinero; las palabras de Pedro dejan
esto en claro. El verso 4 declara que tanto la propiedad como el dinero eran
suyos, para hacer con ellos como mejor les pareciera.
No;
su pecado fue mentir acerca de lo que habían hecho. Lo
dice (Hechos 5:3) "¿Por qué llenó satanás
tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?" El pecado de la
mentira se agravó por el hecho de hacerse dentro de la iglesia, donde el
Espíritu Santo estaba presente en los creyentes reunidos.
¿Por
qué lo hicieron? Lo hicieron por quedar bien.
Ananías no quería que los hermanos pensaran menos de él y de Safira por no dar
todo el dinero, como lo habían hecho los demás. En lugar de decir: "Aquí está parte del dinero que
recibimos", él les dijo que era todo. Lo hizo por quedar bien.
Nos
preguntamos: ¿quién salió herido? ¿Qué daño causó su mentira?
La perspectiva mundana dice que no hizo nada. A fin de cuentas, nadie siquiera
se habría dado cuenta, si Pedro no les hubiera dicho algo. Sin embargo, para
Dios esta mentira era algo muy grave. Fue
tan grave que le quitó la vida a Ananías como un escarmiento para la congregación.
Cuando llegó
Safira, sin saber lo que había sucedido, Pedro le preguntó si se había vendido
la propiedad en tal precio, y ella asintió en la mentira de su esposo. De
inmediato, ella también cayó muerta en el mismo lugar. ¿Cuál es la lección? La lección es que a Dios no le gusta la mentira.
Observa
algo que Pedro le dice a Ananías en el
verso 3: "¿Por qué llenó satanás
tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?" ¿De dónde vienen las mentiras? Vienen de
Satanás.
La verdad es que
Satanás es el mayor mentiroso de todos. De hecho, todos los problemas que
enfrentamos como seres humanos empezaron en el jardín del Edén con una mentira,
cuando Satanás le dijo a Eva: "¡No
es cierto, no van a morir!" Cuando
él, con esa mentira, consiguió que ella y Adán pecaran contra Dios, se destruyó
la comunión entre Dios y el hombre.
¡Todo
empezó con una mentira! De hecho, la mentira es la herramienta más grande que
usa el enemigo para destruirnos. Si él
puede conseguir que tú creas sus mentiras, ya te tiene en su poder. El te susurra: "No vayas a la iglesia
hoy. No vas a recibir nada allí. Mejor quédate a descansar." O te dice:
"Hay muchas mujeres en el mundo; ¡deja a tu pareja y busca tu propia
felicidad!"
También
te dice: "¿Para qué sigues siendo honesto? ¡Mira todo lo que tienen los
que juegan chueco! Olvida tus valores y busca la
riqueza."
Si tú lo crees,
ya estás en su poder. Mira lo que dice
Jesús acerca de Satanás en (Juan 8:44) "Vosotros sois de vuestro padre el
diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde
el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira".
Primeramente,
observa sus intenciones: él es un asesino. El no quiere el bien para ti, sino que busca tu destrucción.
Ahora,
¿cuál es su arma? Es la mentira - él es el padre de la mentira.
Eso significa que, si tú prestas tus labios a la mentira, si tú dices mentiras
para beneficiarte - como Guiezi - o para quedar bien - como Ananías - ¿a quién imitas? ¿A quién le estás dando
tus labios, en realidad? De hecho, puedes llegar a ser como las personas a
quienes Jesús aquí amonesta - hijos de
su padre, el diablo.
Nuestro
Dios Jehová es un Dios de verdad. Jesús es
la verdad - El mismo lo declara: (Juan
14:6) "Yo soy el camino, la verdad y la vida". Si tú eres
seguidor de Jesucristo, El que es la verdad, tu vida tiene que caracterizarse
por ser una vida de verdad también - una vida de honestidad, de transparencia,
de integridad. Las mentiras ofrecen una
salida rápida, pero el valor de verdad es incalculable.
CONCLUSIÓN
Y
tú, ¿cómo vives? ¿Vives en la verdad, o te vales de la mentira?
Te invitó hoy a
hacer un compromiso ante Dios de vivir la verdad, de odiar las mentiras - como Dios las odia - y de ser honesto
siempre.
Pidámosle a Jehová Dios que nos transforme nuestro
corazón para que busque la verdad, y que nos ayude a valorar la verdad.
Predica
en Lerma por: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama
Hola hermanos les saludo con mucho amor
en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y con un solo propósito de que sean
edificados sus vidas y sus ministerios, me gozo el saludarles y el que Dios me
dé la oportunidad de servirles si me lo permiten, y con todo respeto a su
doctrina o denominación, mi único interés es que corra la Sana Doctrina de Cristo, estoy ofreciendo:
MATERIALES BÍBLICOS GRATIS
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contactos con el evangelio de Juan. (6 Estudios)
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Todo es completamente gratis, como
escritor de estos materiales te voy a dar los originales para que tú le pongas
el nombre de tu Iglesia o tu ministerio o le hagas las modificaciones que a ti
te parezcan convenientes. Mi interés es
que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado
no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra
como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia.
Por favor si les interesan estos
materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y
con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin
cuestionar nada y que el Espíritu Santo
los dirija y los lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de
gracia.
viclaly_57_57@yahoo.com
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