domingo, 8 de mayo de 2016

LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ENSEÑA QUE NO ES BUENO ENOJARTE TANTO

LA SANA DOCTRINA DE CRISTO ENSEÑA QUE NO ES BUENO ENOJARTE TANTO
La sociedad de estos últimos días está y vive así, enojada con Jehová Dios, con el sistema, etc. (Mateo 5:38-48) “38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.

Muchas de estas cosas y creo también que todas ocurren por falta de dominio propio y equilibrio interior. (Col. 3:8,9) “8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”. (2 Ti. 1:7) “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
La Falta de amor propio, la cual hace penosa la convivencia familiar y social. También afecta la relación personal (Prov. 29:11) “El necio da rienda suelta a toda su ira, más el sabio al fin la sosiega”. (Mt. 5:22) “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”. (Ef. 4:26,27) “26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”. (Prov. 15:18) “El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”.

EL ENOJO PUEDE SER:
PASAJERO: Es aquel al cual no le dejamos reposar en nuestro corazón, pues el enojo puede provocar no sólo amargura, sino también odio y rencor y hasta venganza.
INSISTENTE: Es aquel que le abre las puertas al diablo. En las Sagradas Escrituras (Ef. 4:26) dice: “…airaos, pero no pequéis…”. No dejemos que nuestro enojo descanse en nuestro corazón, antes de que se ponga el sol debemos desechar toda malicia de nuestro ser. por esto una persona que deja obrar al enojo, puede tener problemas para perdonar y para pedir perdón. Es natural que en una situación difícil el humano sienta ira, pero hay que controlar esa actitud antes de que sea pecado (Sal. 37:8) “Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo”. (2 Timoteo 2:24-26) “24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”. El enojo nos hace perder la paz con Jehová Dios, es muy obvio que cuando vayamos a orar no podamos entrar en la presencia de nuestro Padre Celestial, pues el enojo es una barrera que nos impide tener paz y comunión espiritual con Él. Sabemos que la ira excita e ínsita al hombre a hacer lo malo y también nos puede llevar a aborrecer al prójimo. La amargura se degenera en enojo porque provoca mal humor, desánimo, y nos hace responder muchas veces con PALABRAS ÁSPERAS. Dice la palabra que los necios dan rienda suelta a toda su ira ¿por qué?: porque no tienen dominio propio, actúan según la carne, en cambio los sabios al fin la sosiegan (Prov. 29:11) “El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega”. No seamos necios, seamos espirituales y busquemos esa templanza que Jehová Dios, nuestro Padre celestial da.

Es muy importante NO justificar y rusticar el enojo diciendo: Así soy yo. No puedo con mi genio (Fil. 4:13) “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Dios me usa así tal como soy. Dios ya me va a cambiar; Recordemos que dejar la vieja vida es totalmente voluntario, y cuando en nuestras fuerzas no podemos, entonces Jehová Dios si puede porque para Él no hay nada imposible y esperamos que Jehová Dios nos cambie, pero hay un esfuerzo en nosotros para poder morir a nuestras pasiones y deseos.
La actitud del enojo agrede, ataca, insulta, discute, maltrata, estalla y por sobre todas las cosas atenta contra el amor al prójimo. (Jonás 4:1-11) “1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. 2 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. 3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. 4 Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? 5 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. 6 Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que, al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. 9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?”.

Existe un gran poder de parte del diablo, un poder dañino y su origen es el enojo. El enojo puede hacernos perder las bendiciones espirituales que Jehová Dios tiene para los que le buscan, pero también puede dañar nuestras relaciones con nuestros hermanos de la iglesia, el matrimonio, las amistades, etc. Jehová Dios desea que seamos personas perdonadoras, y Cristo es nuestro mejor ejemplo. El Origen: El orgullo, el odio, rencor, la impiedad.
La mayoría de las veces el enojo es producto de un pensamiento equivocado: Por ejemplo la falta de amor a Jehová Dios y compasión por nuestro prójimo (Mateo 26:7-9) “7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres”.
POR CELOS Y ENVIDIAS: (Lucas 13:10-15) “10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; 11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?
(Lucas 15:27-29) “27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”. El orgullo

POR ORGULLO: (2 Reyes 5:10-12) “10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado”.

POR EGOÍSMO O VANAGLORIA: (Mateo 20:20-24) “20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos(Jacobo y Juan), postrándose ante él y pidiéndole algo. 21 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. 23 Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos”.
EL ENOJO EN EL MATRIMONIO Y EN EL HOGAR:
EL ENOJO EN EL MATRIMONIO: Podríamos decir que es casi inevitable. Dos personas de distintos caracteres viviendo bajo un mismo techo pueden tener, por no decir "tienen o tendrán” diferencias.  Esto es completamente normal. Con la armonía del Espíritu Santo y un hogar fundado sobre las Sagradas Escrituras que es nuestro manual se pueden evitar enojos dañinos en las relaciones matrimoniales.
EL ENOJO DESCONTROLADO ES PECADO: El que las diferencias crezcan a tal grado o magnitud que el enojo nos haga decir o actuar de manera irracional; (tirando cosas el uno al otro y el decir malas palabras el uno al otro) y no cristianamente puede destruir el matrimonio, y la relación con Jehová Dios. En un hogar donde no hay completa sumisión a Dios y a su Palabra, donde el marido no es un hombre de Dios, y donde la esposa no reconoce su lugar de ayuda idónea, se puede convertir en un campo de batalla donde pronto satanás tomará lugar.
EL NO DAR LUGAR AL DIABLO: El diablo se encargará de crear cualquier situación pequeña en algo que cualquiera de los dos en la pareja utilice para comenzar una discusión o un altercado. Celos, intolerancia, y falta de comprensión de cualquiera de los dos en la pareja podrá ser lo que el diablo presente para traer el enojo.
EL AMOR EN LA PAREJA: El amor a Jehová Dios hará crecer el amor mutuo en la pareja. El matrimonio debe de ser como un niño y aprender a perdonarse prontamente cualquier falta u ofensa antes que se haga más grande y el diablo tome lugar. Los enojos y discusiones se deben de evitar lo más posible en la pareja. Las Sagradas Escrituras nos dice "Ni deis lugar al diablo". (Proverbios 21:19) “Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda”. (Proverbios 15:18) “El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”. (Proverbios 29:22,23) “22 El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca. 23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra”.

LA RELACIÓN CON LOS HIJOS: La relación con los hijos debe ser una de amor y comprensión, evitando la ira excesiva, el enojo y la contienda. Las Sagradas Escrituras dicen que los padres deben educar a los hijos en el temor de Dios y no provocarlos a ira. (Efesios 6:4) “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.

DETERMINA Y DEMUESTRA NUESTRA RELACIÓN CON DIOS: Nuestra relación en el hogar con nuestra pareja determina y nuestra relación con Jehová Dios y con los hermanos de la Iglesia, seamos culpables o no.  De igual manera, nuestra relación con Dios determina nuestra relación con nuestra pareja y con nuestro prójimo, y lo que es aún más importante es que nuestra relación con nuestros semejantes “demuestra” y da evidencias de la relación que tenemos con Dios. Recordemos que Cristo dijo por sus frutos los conoceréis y por medio de Pablo nos dice que el fruto del Espíritu es: (Gálatas 5:22,23) “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.

el enojo entre los hermanos causa de división: El enojo contra los hermanos o contra el Pastor, es en muchas ocasiones causa de división en la iglesia. Gente que, aunque tenga mucho tiempo en la iglesia, se enojan y causan división son gentes que no se dejan usar por Dios, sino por el diablo. Muchos se enojan porque las cosas no son como ellos piensan que deben ser. Hay quienes a todo lo que se hace le encuentran faltas, siempre se quejan y se enojan, como dice el dicho no hacen ni dejan hacer. Con su conducta "insoportable" crean mal ambiente para los servidores y los demás hermanos. Siembran cizaña y vientos contrarios, en vez de edificar, destruyen.

CAUSA DE FRACASO Y ESTORBO EN NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. En las Sagradas Escrituras nos enseña que debemos de mantener nuestras cuentas claras con todos. Especialmente nuestros hermanos. Jehová Dios no puede perdonar a nadie que no haya perdonado a su hermano, y aun también a su enemigo.
Jesús dijo: (Mateo 5: 21-24) “21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. El no tener las cuentas claras con nuestros semejantes nos puede impedir el que Dios acepte nuestra ofrenda. (Adoración, Oración, Alabanza, Cántico, Predicación, Enseñanza, Profecía, Ministerio, Etc.) El enojo nos puede cegar de tal manera, que no veamos lo que Jehová Dios quiere hacer con nosotros.  Naamán se enojó en tal manera que no podía ver lo que Jehová Dios quería hacer en su vida. (2 Reyes 5:11) “Y Naamán se fue enojado, diciendo:  He aquí yo decía para mí:  Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra”. El hermano mayor del hijo pródigo, se enojó y no pudo ver la bendición de tener a su hermano perdido de vuelta en casa. Él pensaba que se merecía más que el otro. Se creía superior, mejor a su hermano. Su celo, lo llevó al enojo y la falta de comprensión. (Lucas 15:28)Entonces se enojó, y no quería entrar.  Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase”. Jehová Dios busca hombres y mujeres que no sean iracundos: (1Timoteo 2:8) “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”. Aun cuando Dios diseñó los requisitos para aquellos que serían servidores espirituales de la iglesia, Él señalo que quería hombres no iracundos. Porque es necesario que: (Tito 1:7-9) “7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con Sana Enseñanza y convencer a los que contradicen”.

COMO SIERVOS DE DIOS, estamos llamados a mantenernos lejos del que se enoja fácil y del iracundo. (Proverbios 22:24,25) “No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”, pero no debemos guardar rencor ni sentir ira ni enojo aun contra los que nos hacen mal. Meditemos las palabras de Jesús: (Mateo 5:44-45) “44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,  que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.

JEHOVÁ DIOS PERDONA SI PERDONAMOS: Dios perdonará nuestras ofensas de acuerdo como nosotros perdonamos a los que nos deben. Cuando Jesús enseñó a orar a los discípulos les enseñó diciendo: (Mat 6:12) “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. La falta de perdón afecta nuestra comunión con Dios y dificulta que nuestras oraciones sean contestadas. 
(Hebreos 12:14-16) “14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura”.

¿PUEDO COMO CRISTIANO ENOJARME? El Cristiano está llamado a evitar toda clase de enojo (Efesios 4:31) “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”, pero si nos enojamos, debemos de evitar el pecar con nuestra actuación y debemos de no dar lugar al diablo sobre todas las cosas. (Efesios 4:26,27) “26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo”. Significa estar en todo tiempo consciente de nosotros mismos y de nuestro llamado a una vida santa y espiritual, no haciendo nada indebido lo cual pueda poner nuestra relación espiritual en peligro.

En las Sagradas Escrituras nos habla acerca de ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos. Debemos perdonar nuestras ofensas los unos a los otros. El enojo es contrario a la paz. Y a paz nos llamó Jehová Dios con todos los hombres. (Romanos 12:18) "Si es posible en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres".

"NI DEIS LUGAR AL DIABLO": El no dar lugar al diablo significa el no permitir que nuestro enojo sea tan grande que demos lugar al diablo en nuestra vida y "que nos use" para hacer daño a nosotros mismos o aquellos que nos rodean.
BUSCAD LA PAZ CON TODOS: El enojo descontrolado es un comportamiento contrario a la Palabra de Dios y su requisito de que vivamos en paz, armonía, el amor, el sometimiento y dominio propio.
VERSÍCULOS QUE NOS HABLAN DEL ENOJO:
(Proverbios 11:23) “El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo”.
(Proverbios 14:17) “El que fácilmente se enoja hará locuras; Y el hombre perverso será aborrecido”.
(Proverbios 22:14) “Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella”.
(Proverbios 22:24,25) “24 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma”.
(Eclesiastés 7:9) “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios”.

EL ENOJO DE DIOS ES JUSTO. El único que tiene razón JUSTA para enojarse es Dios. Porque su enojo es un enojo justo. Nuestro enojo si es justo entonces es un enojo que edifica y produce buenos resultados. Pero el enojo del hombre es mayormente dañino. Dios vive enojado con el pecador (porque no le busca), y con el desobediente.  Dios estuvo enojado con el pueblo de Israel a causa de su deslealtad y su desobediencia, pero, aun así, Dios es lento para el Enojo y grande en misericordia. (Salmos 78:58) “Le enojaron con sus lugares altos, y le provocaron a celo con sus imágenes de talla”.
(Isaías 57:15-17) “15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. 17 Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón”.

(Salmos 103:8-10) “8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”.
LA IRA DE DIOS Llegará un día cuando Dios ejercerá su ira sin misericordia. Ese día es conocido en las Sagradas Escrituras como el día del Señor o el día de la gran ira de Dios.  Dios ejecutará su ira sobre todos aquellos pueblos y naciones que le han rechazado y los que continúan en pecado: (Salmos 110:4-6) “4 Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec. 5 El Señor está a tu diestra; Quebrantará a los reyes en el día de su ira. 6 Juzgará entre las naciones, Las llenará de cadáveres; Quebrantará las cabezas en muchas tierras”.
(Romanos 2:4,5) “4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras”.
(Apocalipsis 6:12-) “12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla;(7) y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRO COMPORTAMIENTO? Aunque haya momentos cuando pensemos que tenemos razón para estar enojados y quizás hasta sintamos algún tipo de IRA SANTA como dicen muchos por el celo de Dios que hay en nosotros, lo cierto es que la Sana Doctrina de Cristo en las Sagradas Escrituras nos ordena a que quitemos el enojo de nuestra vida (Efesios 4:29)Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.  En la historia de Jonás se nos dice que el se enojó con Dios porque Nínive fue perdonado, pero Jehová Dios le demostró que no debía estar enojado y que debía tener misericordia por las almas perdidas de aquella ciudad entre las cuales se encontraban lo que consideramos era una multitud de niños que Que no sabían discernir entre su mano derecha y su izquierda”. Nuestro sentir debe ser el mismo.

EL ENOJO DEMUESTRA QUE HAY FALTA DE MISERICORDIA y comprensión hacia nuestro prójimo (nuestro semejante) y aun indica la existencia de orgullo, soberbia y falta de agradecimiento hacia Jehová Dios en aquel (o aquella) que se enoja.  El enojo es falta de compasión y piedad y adicionalmente a esto, muestra falta de madurez tanto emocional como espiritual en la persona.  Debemos de crecer en Jesucristo y tomar ejemplo de nuestro Padre celestial.

Tal como es Jesucristo es así también debemos ser nosotros, (Romanos 12:18) “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Porque nuestro Padre Celestial es: (Salmos 86:15) “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad”.  

PREDICADOR DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
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