Predica; 29 de Julio de 2018
EL ALMA QUE SUFRE LA ENFERMEDAD DE ALMATICISMO
Un alma herida
causa problemas en las relaciones de muchas personas, porque carecen de INICIATIVA personal, en el
ministerio a causa de estas heridas. Miremos como ministrar a esta necesidad. (Lucas 4:18) “El Espíritu del Señor está sobre Mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A
poner en libertad a los oprimidos”. El propósito del diablo, es herir a
cada persona que nace en este mundo. Este propósito se hace evidente a medida
que vemos que estas heridas le dan a él lugar para hacer su trabajo destructor
en la vida del individuo. Estas heridas pueden causar en un individuo problemas
emocionales, psicológicos que ningún profesional de la salud mental puede
sanar. Las Sagradas Escrituras nos indican que estas heridas ponen a la persona
en cautiverio, pero el trabajo de Cristo es.....: (Isaías 61:1 al 3) “1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,
porque me ungió Jehová; Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,
a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 A proclamar el año de la Buena Voluntad de Jehová, y el día de
venganza del Dios nuestro; A consolar
a todos los enlutados; 3 A
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé Gloria en lugar de ceniza, Óleo
de Gozo en lugar de luto, Manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; Y serán
llamados Árboles de Justicia, Plantío de Jehová, para Gloria Suya”.
Vamos
a ver un primer ejemplo de un alma enferma:
Jacob había huido de su tierra natal porque su hermano Esaú pensaba matarlo,
por haber usurpado su lugar y recibir de su padre Isaac la bendición. Habían
pasado ya unos veinte años, y durante todo ese tiempo no vio a sus padres,
estuvo lejos de sus amigos y perdió la amistad con su hermano. Por dirección de
Jehová Dios y con su familia, vuelve de regreso a su tierra, pero su corazón
está inundado de temor (Estoy seguro que por 20 años luchó contra aquel miedo,
cuando pensaba en su familia y en su tierra). (Génesis 33:4) “Pero Esaú
corrió al encuentro de su hermano Jacob y le abrazó, y se echó
sobre su cuello, y le besó; Y lloraron”. Su hermano Esaú
viene a su encuentro, con cuatrocientos hombres, y el temor de Jacob lo lleva a
planear una estrategia para salvar su vida, y por esto envía a su familia
delante de él con muchos regalos para apaciguar la ira de su hermano. Pero, la reacción de Esaú no fue de
venganza, ni rencorosa, Esaú salió corriendo a abrazar a su
hermano Jacob ¿Cuántas veces el miedo nos hace imaginar momentos dolorosos
y trágicos, o nos llevan a planear estrategias innecesarias y vergonzosas?
Es interesante que “los dos lloraron”, esas lágrimas expresan el resultado de
una labor Divina en sus corazones, Dios había trabajado con Jacob (pues a pesar
de sus miedos, había regresado) y con Esaú (pues ya no tenía en mente matar a
su hermano). Hay circunstancias de nuestro pasado que por estar ligadas al
dolor no quisiéramos recordar o tener que enfrentar de nuevo, es aquí donde
nuestro Sanador, Jesucristo el Señor, manifiesta su Poder y Amor, conduciendo
al ser humano al genuino perdón. Cuando
logramos perdonar a los demás sus ofensas y pedir perdón a quien hemos
herido, nuestro corazón experimenta sanidad, y liberación; Recordemos
que la palabra perdonar es poner en libertad, y soltar.
Jehová
Dios sana las heridas del alma, cuerpo y el espíritu de la mente.
Jesucristo quiere confortar nuestra
alma a través del perdón y su aceptación. La Voluntad de Jehová Dios se manifiesta en la comunión con su
Espíritu. Tal como las Sagradas Escrituras dice en: (Juan 10:24 al 27) “24
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si
tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 25
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en
nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os
he dicho. 27 Mis ovejas oyen MI VOZ, y YO las conozco, y ME siguen, 28 y YO les doy Vida Eterna; y
no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de MI Mano”. Tenemos que buscar a
Jehová Dios, por medio de Jesucristo y aprender a DISTINGUIR SU VOZ para
poder seguirla, pues el
enemigo de nuestras almas también USARÁ LA PALABRA de Dios para atraparnos;
Entonces, tienes que tener MUCHO
CUIDADO, en dónde, estás ALIMENTANDO TU
ALMA, y aún más si a sabiendas, sabes que, dónde te congregas se mueven mucho las emociones. La figura
del pastor y las ovejas de Jehová Dios, formamos el Cuerpo de Jesucristo, y es
quien las cuida, las protege, las guía y las sana. Esto si es que, Jesucristo es la Cabeza, si es lo
contrario, entonces el pastor lleno de emociones te llevará y a la congregación
entera a la muerte. En la intimidad con Jehová Dios, su Espíritu nos REVELA aquellas áreas de nuestra alma que necesitan sanidad y restauración… Esto es de mucha
importancia para ti, para que sepas distinguir si tu pastor, está
enfermo de EMOCIONALISMO: (Si no hay ENSEÑANZA, de REVELACIÓN, la iglesia
está muerta; Si tu pastor NO, ha salido de los ritos de Moisés, haciendo que la
gente crea que la PRESENCIA de nuestro Padre Celestial, está en el ALTAR,
esto es claramente enseñanzas judaicas), NO, te dejes engañar y ni
te dejes confundir por tus SENTIMIENTOS que te están perdiendo en un
torbellino de EMOCIONES. Esto es el camino de muerte.
¿Cómo
Jehová Dios SANA las heridas del ALMA? A través de la UNCIÓN del Espíritu Santo:
Por esta razón, nuestro Padre Celestial nos dice: (Salmo 23:3 al 5) “3 Confortará mi alma; Me guiará
por sendas de justicia POR AMOR DE SU
NOMBRE. 4 Aunque ande en
valle de sombra de muerte, No temeré
mal alguno, porque TÚ estarás conmigo; Tu Vara y tu Cayado me
infundirán aliento. 5 Aderezas mesa
delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; Mi copa está rebosando”. Todo esto es figura del cuidado que
nuestro Padre Celestial, que tiene por nosotros. Recordemos que el aceite es símbolo de la unción del Espíritu Santo,
y el fundamento de la sanidad del
alma es el perdón. Poderoso es Dios para sanar el alma y el espíritu
de nuestra mente. La unción del Espíritu Santo sana las heridas del
alma: Jesús lo dijo en la sinagoga de Nazaret “El Espíritu del Señor está sobre MÍ para… sanar a los
quebrantados de corazón”. Lamentablemente,
las heridas que más dolor producen a
nuestra alma, son de aquellas
personas cercanas y queridas, de familiares y personas de
confianza. Muchas veces, son
golpes intencionales o NO, provocados por una palabra o una
mala actitud. Pero lo cierto
es que no es lo mismo que un desconocido nos falte al respeto, o a la honra, a que lo haga alguien a quien le hemos abierto el corazón.
Sin embargo, Jehová Dios sana el alma
y el espíritu afligido.
Cuando
existe un alma,
ENFERMA, se detecta porque hay ACTITUDES como: Por
ejemplo, vemos que nuestra relación familiar se está destruyendo, pero decimos
que todo está bien IGNORANDO EL
PROBLEMA. OTRA ACTITUD, es cuando queremos
convencernos de que lo ocurrido no es de mayor importancia, cuando en realidad
me está llevando a tomar malas decisiones, y se sigue minimizando la realidad. OTRA ACTITUD, es cuando lo
que hemos sufrido nos ha devastado pero que no es tiempo de resolverlo, sino
que esperaremos que en el futuro se solucione por si solo, para que con el
tiempo se resuelva, y muchas veces se dice esta frase: (El tiempo lo cura todo). OTRA ACTITUD, es cuando se
tratar de evitar tanto sufrimiento, tapándolo con otra cosa o huyendo de esta
realidad, por ejemplo, cuando se trata de escapar, haciendo tareas de la casa
con exageración. OTRA ACTITUD, es
cuando, le da lugar al resentimiento y a la amargura
en el corazón, y no permite que podamos madurar, sino que nos mantiene cautivos
al pasado, por ejemplo, es cuando siempre está repasando una y otra vez lo
ocurrido. OTRA ACTITUD, es
cuando, una raíz que crece en el corazón humano, y como una planta parásita
consume la vida, la paz y el gozo de la persona, esto lo llaman las Sagradas
Escrituras, cómo, “LA RAÍZ DE
AMARGURA”. La amargura
detiene el crecimiento e impide el fluir en lo que Dios nos ha otorgado.
Por ejemplo: El rey Saúl se llenó de amargura y los últimos años de su
reinado los dedico a perseguir a David para matarlo, en vez de
administrar el reinado que Jehová Dios le había dado, y por eso su triste
fracaso. Las Sagradas Escrituras, nos advierten acerca de ella (LA AMARGURA) diciendo: (Hebreos 12:15) “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la
Gracia de Dios; que brotando
alguna RAÍZ DE AMARGURA,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
David tuvo éxito porque no permitió que el resentimiento o la raíz de amargura
creciera en su corazón.
LA
AMARGURA, es
un sentimiento que normalmente se niega, porque nadie quiere aceptar
que está amargado; Por esta razón, es un verdadero problema de enfermedad en el
alma. Una persona con un corazón lleno de resentimiento, o con una raíz de
amargura, es alguien que no puede ser estable en sus sentimientos y emociones.
Su presente y futuro está marcado por el dolor de falta de perdón, del pasado. Tenemos
un ejemplo en las Sagradas Escrituras: (Salmo
39:2) “Enmudecí con silencio,
me callé aun respecto de
lo bueno; Y se agravó mi dolor”.
NO es cuestión de callar sino de confesar a Jehová Dios, nuestro sentimientos y
emociones y a quien le hayamos hecho daño, con nuestras actitudes pedir perdón
y si es que nos piden perdón, perdonar con sinceridad. David estaba tan lleno de preocupaciones y problemas que prefería
escapar (Salmo 55:3 al 7) “3 A
causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; Porque sobre mí echaron
iniquidad,
y con furor me persiguen. 4 Mi
corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han
caído. 5 Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha
cubierto. 6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.
7 Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah”.
Quiero preguntarte algo muy
importante para que tu sepas si tienes o NO enferma tu alma.
¿Ha pensado en huir en momentos de dolor
o de problemas con tu cónyuge? LA CARACTERÍSTICA, más común de un alma enferma es,
cuando se busca el escape
escondiéndose detrás de vicios o cubrirse de actividades que lo “AYUDEN A NO PENSAR”. Otra CARACTERÍSTICA, se esconden detrás de
un carácter agresivo para no volver a ser lastimados o bien a través de
máscaras que esconden su real condición. Pero más allá de todo lo que te hayan
hecho, hoy Jehová Dios, por medio de Jesucristo, te puede sacar de cualquier
pozo de desesperación y llevarte a vivir una vida de victoria y gozo en Jesucristo.
JEHOVÁ
DIOS ES BUENO y siempre procurará nuestro bien. Porque Él, es nuestro PASTOR, ¿Quieres sanar tu pasado?
por esta razón tenemos que confiar y abrir nuestro corazón, sin reservas,
porque nuestro Padre Celestial, siempre está atento a nuestra oración. Jehová Dios
sana las heridas del alma y al espíritu afligido. Decídete a sanar tu corazón, y
no permitas que el dolor te gobierne. Permite que Jehová Dios trabaje en tu
alma, en lo profundo de tu corazón, permite que el aceite del Espíritu
Santo se derrame sobre tu vida, no permitas que las trampas del enemigo
estorben lo que Dios tiene planeado para ti, el Señor Jesucristo quiere
ungirte, el Espíritu Santo quiere aplicar su aceite en tu corazón, (Salmo 147:1 al 3) “Alabad a JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro
Dios; Porque suave y hermosa
es la alabanza. 2 Jehová
edifica a Jerusalén; A los desterrados de Israel recogerá. 3 El
sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”. Es Jehová Dios quien sana las heridas del alma
y del espíritu. La expresión sanidad del alma hace referencia a la restauración
del ser interior, la restauración de la comunión con Jehová Dios y con nuestro
prójimo, y por supuesto consigo mismo. Nuestra alma ha sido lastimada aún desde
el vientre de nuestra madre y necesita restauración...
Los
ejemplos que tenemos para ver si nuestra ALMA ESTÁ ENFERMA es a través de las
Sagradas Escrituras:
(Efesios 4:17y18) “17 Esto, pues,
digo y requiero en el Señor: Que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos
hay, por la dureza de su corazón”. ¿Cuál es la vanidad de la mente? Por
ejemplo, tenemos, la persona con
complejos de superioridad que se distingue por ser: agresiva,
presumida, mandona e incapaz de trabajar en equipo porque quiere siempre
dominar a los demás. Podemos considerar el ejemplo del capitán sirio Naamán,
quien quería que el profeta Eliseo le rindiera sus respetos y reverencia. En las Sagradas Escrituras, están
establecidas las reglas de comportamiento de un verdadero discípulo de
Jesucristo: (Romanos 12:3) “Digo,
pues, por la Gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. (1 Corintios 8:2) “Y si alguno se
imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo”. También tenemos ésta enfermedad del alma,
que es un sentimiento de incapacidad que frustra a la persona haciéndola
considerarse incompetente ante los desafíos de la vida, prefiriendo que
otra persona tome el liderazgo y la acción, se manifiesta con las ideas de 'Yo
no puedo, no sé, no siento', etc. Esto es bien conocido como: complejos de inferioridad. Algunas MANIFESTACIONES son cerrados, temor, derrotismo,
soberbia, crítica, deseo de sobresalir en lo malo, al
no poder destacarse en lo bueno, la falta de iniciativa, etc. En
cuanto al origen de esto podemos ver a satanás, según este Libro de: (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; YO he venido para que tengan vida, y para que
la tengan en abundancia”. También las
experiencias de la infancia en la que la persona fue humillada y maltratada.
Respecto
a la estrategia para salir de estas, enfermedades del alma podemos considerar: EN
PRIMER LUGAR, la relación que tienes con Jehová Dios por medio de
Jesucristo: (Juan 1:12y13) “12
Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en su NOMBRE, les dio POTESTAD de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. Porque
si tu relación es buena delante de Padre Celestial entonces tu eres, coheredero
del Reino, (Efesios 3:6) “Que los
gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la
promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio”; Y si eres coheredero de Jesucristo, entonces eres su embajador: (2
Corintios 5:17 al 20) “17 De
modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas
pasaron; He aquí todas son hechas nuevas. 18
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por
Cristo, y nos dio el Ministerio de la
Reconciliación; 19 que Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la Palabra de la Reconciliación. 20 Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; Os rogamos en Nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. Para este
tipo de enfermedad en el alma, se necesita analizar el pasado para encontrar la
raíz de una inferioridad, cuando la humillación se realiza cuando en la
infancia nos dicen: “NO sirves para nada”. El
antídoto es que Perdones Realmente, de lo contrario seguirás siendo
esclavo de quien te ofendió o humilló. Libérate a través del perdón sincero.
Pide perdón a Jesucristo, por haberle dado lugar al diablo, así crearás el PERDÓN DIVINO. Después, tienes
que Perdonarte a ti mismo. Siempre y cuando estés arrepentido(a), puedes tomar
la Autoridad en Jesucristo y echar todo espíritu inmundo de tu vida: (Mateo 18:18) “De cierto os digo que
todo lo que atéis en la tierra, será
Atado en el Cielo; Y todo lo que desatéis en la tierra, será Desatado en el Cielo”. Es de MUCHA IMPORTANCIA atender
toda enfermedad del alma, DETECTADA, porque se corre el riesgo de
perder la Sensibilidad: (Efesios
4:19) “Los cuales, después que perdieron
toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez
toda clase de impureza”. Un sentimiento de culpa, que tus mismos progenitores
te impusieron desde que eras niño(a), que te persigue e influencia en todos tus
actos. Esta es la realidad del problema;
Que sepas, distinguir si tu problema, viene de parte de Dios o si
viene de parte del acusador diablo. Hay una culpa real que es efecto en
el alma humana por los pecados ESCRITOS
EN LOS LIBROS SAGRADOS de Dios y hay
una culpa ficticia que es UN SENTIMIENTO DE ACUSACIÓN en el
cristiano cuando sus pecados ya han sido perdonados y limpiados, pero pone ATENCIÓN
a un espíritu de acusación (Miqueas 7:19) “El volverá a tener
misericordia de nosotros; Sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo
del mar todos nuestros pecados”. En
cuanto a las evidencias podemos ver soledad, desesperación, temor, amargura,
indignidad, remordimiento, falta De perdón, demencia y sospecha de suicidio. ¿Cómo nace, éste sentimiento?
Por pecado no confesado, por lo tanto es un pecado no perdonado,
y la consecuencia será la incredulidad al perdón de Jehová Dios, esto sucede
porque, te falta CONOCIMIENTO
de las PROMESAS DIVINAS (Juan 8:32y36)
“32 y conoceréis la Verdad, y la Verdad
os hará libres. 36
Así que, si el Hijo os Libertare, seréis Verdaderamente Libres”. Porque
seguramente tu eres una de las personas que de seguido dejas de congregarte, en
los días de Enseñanzas y reuniones establecidas por la Iglesia, esto te hace
poner atención al acusador, satanás. Jesucristo,
nos habla de una labor al interior del ser humano, en los corazones quebrantados, que según el término quiere decir, que han sido despedazados, estropeados, quebrados,
derrotados completamente nuestro corazón. Así como también cuando
nos habla de libertar a los cautivos y oprimidos, NO habla de cárceles físicas, sino espirituales; Muchas cosas en nuestra vida provocaron
el quebrantamiento o heridas del corazón, y el encarcelamiento
emocional. La Palabra Escrita
de Dios, produce Vida, es cortante, como un bisturí que corta los
tumores del pecado, genera orden en la estructura del ser humano que son: Espíritu,
Alma y Cuerpo, y saca a la LUZ las malas intenciones de nuestro corazón. (Salmo 107:20) “Envió su Palabra, y
los sanó, y los libró de su ruina”. Y (Heb.
4:12) “Porque la Palabra de Dios es VIVA
Y EFICAZ, y más cortante que toda ESPADA
DE DOS FILOS; Y penetra hasta PARTIR
EL ALMA Y EL ESPÍRITU, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón”. Ustedes son de gran valor para Jehová
Dios, el dio la vida de su Hijo Jesucristo para que tengas Vida Eterna y
también para que experimentes lo mejor de ÉL aquí en la tierra.
Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la
intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra
persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar
esta hoja (por favor no cambiar el texto).