8 de Octubre de 2017
¡NO ES VERDAD LOS QUE DICEN, DANDO ES COMO RECIBIMOS!
“Dando es como recibimos”, es una frase
popular en nuestro país que significa que es mejor dar a otros y de esta
manera Dios nos multiplicará sus bendiciones. Lo que suene bonito no quiere
decir que Jehová Dios lo dice: (Hechos
20:35) “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados,
y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Aquí no nos habla de un intercambio nos habla de solo dar, sin
esperar nada a cambio. Los seres humanos tenemos la tendencia
natural de ser egoístas, esta es una sutil trampa del enemigo que nos hace
creer o malentender el hecho de que: Como Dios quiere que seamos prósperos, que
sobresalgamos, que nos superemos, que todas nuestras necesidades sean suplidas,
entonces vamos a dedicarnos a guardar las cosas buenas solo para nosotros, (2Cor.8:9) “Porque ya conocéis la Gracia de nuestro Señor Jesucristo,
que por amor a vosotros se hizo pobre,
siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos”. Por supuesto que no habla de riquezas terrenales, aquí
está recordando, (Filipenses 2:6,7)
“6 el cual, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres”.
(Luc.14:12-14)
“12 Dijo
también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus
amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar,
y seas recompensado. 13 Mas cuando hagas banquete, llama a
los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 14 y serás bienaventurado;
porque ellos no te pueden recompensar,
pero te será recompensado en la
resurrección de los justos”. A
Jehová Dios quiere que aprendas ayunar, pero el ayuno que Él escogió: (Isaías 58:6-12)
“6 ¿No es más bien el ayuno que YO escogí, desatar las
ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los
quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7
¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes
albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de
tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará
ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu
retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te OIRÁ Jehová;
clamarás, y dirá ÉL: HEME
AQUÍ. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo
amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al
hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu
luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11 Jehová te pastoreará
siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y
como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de
generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos,
restaurador de calzadas para habitar”.
Esta
Poderosa Palabra, siempre me ha impactado muchísimo por su contenido: (Proverbios 19:17) “A Jehová presta el que da al
pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”. Jehová Dios ha elegido al pobre de este
mundo para que sea rico en fe y heredero de su Reino. (Mateo 20:28) “como el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos”. El orgullo es el pecado que
más fácilmente nos acosa; es
una ambición pecaminosa de superar a los demás en pompa y grandeza. La
sociedad actual se empeña en decirnos y orientarnos a satisfacer nuestras
propias necesidades primero… y después también.
Muchas
personas creen ciegamente que lo único importante es la satisfacción de sus
propias necesidades o la solución pronta de sus problemas.
Lamentablemente esa actitud egoísta nos puede condenar a vivir sin recibir
ninguna recompensa o bendición que supla nuestras necesidades. La paz y
tranquilidad no llegará a sus corazones, porque siempre estarán abrumados y
preocupados por conseguir aquello que dicen necesitar. Nada es más incierto que la riqueza mundanal. Los ricos deben entender que Dios les da
sus riquezas y que Él puede darlas sólo para disfrutarlas ricamente; porque muchos tienen riquezas, pero las
disfrutan malamente, por no tener corazón para usarlas. (1 Timoteo 6:17-19) “17 A los ricos de este siglo manda que
no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son
inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para
que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas
obras, dadivosos, generosos; 19
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida
eterna”. ¿Cuál es el mejor valor de la fortuna aparte de dar la oportunidad de
hacer el bien mayor?
El conocimiento que se opone a la Verdad del Evangelio
no es ciencia verdadera ni conocimiento real, o de serlo, aprobaría el Evangelio
y le daría su aprobación, (Eclesiastés 5:18-20) “18 He aquí, pues, el bien que yo he
visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo
con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha
dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo,
a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para
que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 20 Porque no se acordará mucho de los
días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón”. Pero también
tenemos muchos casos en que ciertas personas comprometen sus vidas y su
felicidad a cambios de riquezas materiales,
esas personas dejan de ser solamente
egoístas y se convierten en personas llenas de avaricia, estas personas
convierten a sus pertenencias en ídolos, de los cuales no quieren desprenderse
y se niegan así mismas la oportunidad de recibir en el corazón la enorme
alegría que produce el dar algo a los demás.
Jehová
Dios nos creó para ser dadores, porque al final
de nuestro camino tenemos la esperanza de pasar la eternidad dando alabanza
eterna a Jehová Dios, pero mientras esto sucede debemos de ser dadores
permanentes aquí en la Tierra. Nunca
podremos ser verdaderamente felices sino hasta que aprendamos a adoptar un
estilo de vida en la cual nos convirtamos en dadores de tiempo completo.
(Mateo 5:42) “Al que te pida, dale;
y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses”. Con ésta Palabra ha habido muchos que la manipulan de una manera
incorrecta, para poder saber lo que Dios dice en Verdad tendrás que usar el
discernimiento que Dios da: (1
Corintios 12:10) “A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas”. El
conocimiento de la Sana Doctrina de Cristo, es muy importante para tomar buenas
decisiones, (Filipenses 1:9-11) “9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en
ciencia y en todo conocimiento, 10
para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para
el día de Cristo, 11 llenos de
frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de
Dios”.
Por muy grandes que sean las
situaciones por las que están pasando, es 100% seguro que habrá miles de
personas en situaciones más graves que las tuyas. Pero es posible que Dios ya
los tiene predestinados a ser un vaso de bendición para alguien más, ustedes
pueden aligerar la carga de quien menos se imaginan. (Mateo 10:42) “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un
vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá
su recompensa”. Cuando extendemos
nuestras manos para ayudar a los demás, cuando abrimos nuestros brazos
para dar un abrazo de afecto, cuando abrimos nuestros labios para pronunciar palabras de aliento, cuando damos un apoyo económico a
alguien que está necesitado, estamos
permitiendo que Dios obre por medio de nosotros, estamos permitiendo
que las puertas del cielo se abran para derramar bendiciones sobre nosotros. (Mateo 25:40) “Y respondiendo el Rey,
les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
(Lucas
3:11) “Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos
túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo”. Cuando renunciamos al espíritu de
egoísmo le estamos diciendo a Dios que ya estamos listos para recibir mayores
bendiciones, estamos aceptando que el Señor es el dueño de todo y
nosotros solo somos sus mayordomos en la Tierra. Le queremos demostrar que, si
somos fieles en lo poco, también seremos fieles en lo mucho.
Jehová Dios nos creó para ser libres,
pero no nos creó para ser personas aisladas de los demás, los demás te
necesitan, tú los necesitas a ellos y todos necesitamos de Dios. Por ejemplo: Quién necesita de un abrazo de mi parte,
quién necesita que lo invite a comer, quién necesita que lo vaya a visitar
porque está enfermo, quién necesita una llamada telefónica que lo reanime,
quién necesita esa ropa que está guardada en el closet y que yo no uso, quién
necesita escuchar de Cristo, quién necesita que lo lleve al médico, etc.
etc... ¿Qué otras cosas podemos darle a los demás?, debemos de aprender y
acostumbrarnos a dar mucho a los demás, ¿saben por qué? (Deuteronomio 15:10,11) “10
Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por
ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que
emprendas. 11 Porque no faltarán
menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu
mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra”. Jehová Dios desde el principio de los
tiempos nos ha pedido que ayudemos al necesitado, existen pobres
necesitados, pero también existen ricos necesitados, todo el mundo necesita de
algo, quizá ustedes son la solución para darles “ESTE ALGO”.
Si
ustedes se convierten en “dadores” profesionales,
entonces están obrando con Fe y están dando más importancia a las situaciones
de los demás que a sus propios problemas. En
sus oraciones pedirán siempre y en primer lugar por los demás y después le
pedirán a Dios que se encargue de sus situaciones, cuando logren esto Dios les promete que el cuidará de ustedes.
(Proverbios 10:24) “Lo que el impío
teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean”. (Proverbios 28:27) “El que da al pobre
no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones”. Jehová
Dios desea en efecto que seamos prósperos en todas las áreas de nuestra vida,
pero Él también quiere que nosotros
seamos portadores de bendición para los demás. Dios podrá darnos
ciertos beneficios o lujos, pero lo hace porque nos ama y porque El desea que
esto que nos da sea compartido con los demás. Él no nos da lo material para alejarnos de lo espiritual. Si nosotros no estamos convencidos de
corazón de que deseamos ser portadores de bendición para los demás entonces
Dios no va a permitir que la abundancia fluya hacia nosotros. (Lucas 6:38) “Dad, y se os dará; medida
buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la
misma medida con que medís, os volverán a medir”. El dar algo a los demás,
lejos de ser una obligación para nosotros debe de ser motivo de alegría, en lugar de verlo como un acto material,
debemos verlo como un acto espiritual, si somos generosos con los demás, el Señor Jesucristo será aún más
generoso con nosotros. (Proverbios 19:17) “A Jehová presta el que da al
pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”.
Jehová
Dios se complace cuando nos convertimos en dadores de corazón, (2Cor 9:7)
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad,
porque Dios ama al dador alegre”. Dios
ve lo que somos y lo que hacemos, Jehová Dios toma como ofrendas para El todas
y cada una de las cosas que hacemos para ayudar a sus hijos. Dios dice que El
pagará nuestras buenas acciones, basándome
en las Sagradas Escrituras, estoy seguro de que Jehová Dios pagará todo lo que
ustedes han hecho y todas esas cosas que están por hacer. Jehová Dios
los va a recompensar y les mostrará el tremendo gozo que hay en darle algo a
los demás. (Hechos 20:35) “En todo
os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y
recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que
recibir”.
Para finalizar les tengo que hacer
otra importante pregunta ¿Ustedes que creen que pueden darle a Dios y a Jesucristo?
Por supuesto que es tu obediencia.
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