miércoles, 20 de noviembre de 2019

LA VERDAD DEL BIG-BANG VISTO DESDE LAS SAGRADAS ESCRITURAS


Predica; 28 de Abril de 2019
LA VERDAD DEL BIG-BANG VISTO DESDE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Dios quiere que vivamos esta vida en plenitud, con la esperanza maravillosa de que lleguemos a vivir la otra vida después de la muerte, la VIDA ETERNA, para la cual Jesús vino a pagar el precio en la cruz del Calvario. ¡El plan de Jehová Dios para nosotros es maravilloso! Nuestro Padre Celestial, que nos creó por AMOR, tiene un PROPÓSITO concreto para cada uno de nosotros: vivir esta vida en plenitud, aquella vida de la que Jesús nos habla en el Libro de Juan: (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; YO he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. La teoría del Big-Bang es el modelo cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del universo.​​​ Es por esta razón que muchos seres humanos le dan la gloria al universo, porque creen y afirman que el universo estaba en un estado de muy alta densidad y temperatura y luego se expandió y después, su posterior evolución a gran escala.​​ Esta teoría es totalmente falsa, porque es solo una teoría y nosotros tenemos el Manual de las Sagradas Escrituras que nos revelan la Verdad absoluta de como sucedió desde antes y el inicio de todas las cosas. Antes de la creación dicen las Sagradas Escrituras que solo existía…: (Juan 1:1) “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Y cuando comenzó la creación se hizo por la Voluntad de Jehová Dios y su Hijo Jesucristo quien ha sido el Arquitecto de toda la creación: (Génesis 1:1) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Pero, la GRAN EXPLOSIÓN (big-bang) sucede cuando Jehová Dios trae las almas para que tengan un GRAN ENCUENTRO con su Hijo Jesucristo. Esto no se trata de una teoría, esto, es una realidad que se comprueba diariamente y por ejemplo tenemos la vida de Saulo que iba rumbo a Damasco: (Hch. 9:1 al 21) “1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, 9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. 10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. 13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; 14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. 15 El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar MI NOMBRE en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque YO le mostraré cuánto le es necesario padecer por MI NOMBRE. 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. 19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. 20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios. 21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?”. En las Sagradas Escrituras, vemos que Jesús tuvo muchas experiencias de diálogo con diferentes personas y la vida de la gran mayoría de estas personas, que tuvieron un contacto directo y personal con Jesús, les cambió por completo. Respecto a esto, quiero afirmar con toda seguridad que, en mi corazón, es sumamente importante que nosotros los que nos estamos esforzando por obedecer la Sana Doctrina de Cristo, entendamos esto: Si no logramos tener una experiencia personal con Jehová Dios, por medio de Jesucristo, del Espíritu Santo, y las Sagradas Escrituras; Será muy difícil para nosotros entender el PLAN DIVINO. Los que anhelemos impregnarnos de Jesús, hoy tenemos que darle lugar a este momento de ENCUENTRO con Jesucristo, el mismo encuentro que también vivieron los primeros discípulos, una experiencia tan dinámica y profunda que les estremeció la vida y nunca más fueron los mismos; Porque hubo una gran explosión en su interior, a esto le llamo ¡¡BIG-BANG!!! Donde dice esta teoría que desde un punto pequeño que es el encuentro explosivo de transformación y cambio permanente. El verdadero discípulo de Jesucristo es aquella persona que ha tenido este encuentro con Jesucristo, de tal manera que su vida, a partir de ese momento, jamás vuelve a ser la misma de antes. Nuestro Padre Celestial nos dice por medio del apóstol Pablo: (Romanos 8:4) “Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que NO andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Y también en: (Gálatas 5:16,25) “16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Aquí tenemos esta simple instrucción por medio del apóstol Pablo. Nos está diciendo en términos sencillos; Si el Espíritu Santo está viviendo dentro de nosotros, démosle el control total de nuestras vidas. Todos debemos ser guiados por el Espíritu.
El Espíritu Santo fue enviado para ser nuestro guía constante e infalible, y habita en todos los que confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador, esto no se trata de confesión solamente, sino de un encuentro explosivo y Verdadero que se lleve a cabo el, (Big-bang) en nuestro corazón. El Espíritu reclama nuestros cuerpos como su lugar de domicilio, reinando en residencia en nuestros corazones. Cuando hay una gran explosión donde quiera que suceda, ese lugar nunca podrá ser el mismo, por fuerza de la explosión sucede un cambio irreversible; Entonces, cuando tenemos nuestro primer encuentro con Jesucristo se produce una gran explosión que las Sagradas Escrituras lo llama arrepentimiento: (2 Corintios 7:10) Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; Pero la tristeza del mundo produce muerte”. El resultado de esto es de cambio y trasformación: (Mateo 3:8) “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”. Y también (Lucas 8:15) “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la PALABRA oída, y dan fruto CON PERSEVERANCIA”. Dos cosas muy determinantes de que verdad ha existido una verdadera explosión en el corazón. Si el ser humano que dice que ha tenido un encuentro con Jesús, pero sigue en las obras de la carne, es que en realidad, mis amados hermanos NO han existido ese verdadero encuentro: (Gálatas 5:19 al 21)19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. El Espíritu Santo en este encuentro toma derecho legal y nos convence de toda Palabra Escrita.

La mayoría de los cristianos no tenemos problema con aceptar que el Espíritu Santo nos guíe hacia Jesús. Y no tenemos ningún problema creyendo que el Espíritu Santo está continuamente obrando dentro de nosotros, a cada momento. Casi todos nosotros le hemos llamado un sinnúmero de veces para consuelo durante nuestros tiempos de crisis. Le damos honor al Espíritu de Jesucristo, predicamos sobre Él, enseñamos sobre sus dones y fruto. Le oramos a Él, le buscamos, le pedimos que abra los cielos y reviva a su iglesia. Y muchos cristianos hemos experimentado manifestaciones genuinas de su Espíritu. Pero me parece que sabemos muy poco sobre lo que significa caminar en el Espíritu. Si yo les preguntara que significa caminar en el Espíritu, ¿podrían describir lo que es? ¿Podrían explicarlo claramente a cualquiera que te preguntara? Entendiendo la verdad acerca de caminar en el Espíritu podría liberar a muchos de la confusión, contiendas, pena, indecisión, hasta la lujuria de la carne. Así que, ¿cuál es esta verdad? En este Libro, la resume claramente: (Gálatas 5:25) “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu
Hay solamente dos maneras para un ser humano; Caminar: En la carne, o en el Espíritu. La carne tiene su propia necia y terca voluntad, y actúa como le place. Hace cualquier cosa que decida, luego le pide a Dios que bendiga estas decisiones. Se levanta y declara: <El Señor Jesucristo, me dio una mente lúcida y puedo hacer decisiones inteligentemente. No necesito esperarlo para dirección. Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos>. Pero caminar en el Espíritu es lo opuesto. Rendimos nuestra voluntad a nuestro Padre Celestial, por medio de Jesucristo y del Espíritu Santo, y confiamos en su voz quieta y apacible para que nos dirija en todo. Ciertamente, el Espíritu Santo fue enviado para establecer el gobierno pleno de Jesucristo en nuestras vidas. Las Sagradas Escrituras nos dicen, (Salmo 37:23) “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y ÉL aprueba su camino”, y el Espíritu de nuestro Padre Celestial, es quien hace este mandato u orden. Él desea guiar y dirigir cada uno de nuestros movimientos.

Sencillamente, hemos de caminar en total sumisión a Jesucristo y al Espíritu Santo, tal como Jesucristo camino en constante, absoluta sumisión al Padre. Jesús testificó: (Juan 5:19) “Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; Porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.  (Juan 5:30) “No puedo YO hacer nada por mí mismo; Según oigo, así juzgo; y MI juicio es justo, porque no busco MI VOLUNTAD, sino LA VOLUNTAD del que me envió, la del Padre”. (Juan 6:38,57,58)38 Porque he descendido del cielo, no para hacer MI VOLUNTAD, sino la Voluntad del que me envió. 57 Como me envió el Padre viviente, y YO VIVO por el Padre, asimismo el que ME come, él también vivirá por MÍ. 58 Este es el PAN que descendió del CIELO; No como vuestros padres comieron el maná, y murieron; El que come de este PAN, VIVIRÁ Eternamente”. ¿Cómo podemos pensar que NO tenemos que depender del Padre para todas las cosas, cuando Jesucristo mismo dijo que lo hacía? Como amantes y seguidores de Jesús, ¿nos atrevemos a pensar que podemos hacer lo que nuestro Salvador y Señor no pudo hacer? Jesús esperó en el Padre, siempre buscando tener la mente de Jehová Dios. Si somos honestos, admitiremos que el cielo es a menudo el último lugar que tornamos cuando necesitamos dirección. Las cosas materiales, los apetitos carnales, te darán un poco de satisfacción por un rato, pero nada más. Por esta razón existen personas que están dedicadas solamente a llenar este vacío con algo de placer por un momento, siempre desearán volver a llenarlo, porque esta es la única felicidad que logran tener. Casi siempre, corremos hacia los consejeros, o pasamos horas en el teléfono con nuestras amistades, buscando consejo: ¿Qué están pensando hermanos? ¿Es una buena idea que vayamos en esa dirección? ¿Creen que lo debamos hacer? Tristemente, vamos al Espíritu Santo como última opción, si es que vamos a ÉL alguna vez.

Leamos un ejemplo maravilloso, de un verdadero encuentro explosivo, en la vida del apóstol Pedro en el Libro de Lucas: (Lucas 5:1 al 11) “1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”. Siempre que tenemos un encuentro con Jesucristo nos dirá lo mismo que necesitamos apartarnos de lo terrenal un poco y navegar con Él mar adentro, para que suceda el cambio y la transformación del milagro más Grande de todos los tiempos (La Transformación de un SER HUMANO), porque cuando Jehová Dios hizo los Cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay solo necesitó su Poderosa Palabra y fueron hechos: (Génesis 1:31) “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”. Pero cuando Jesús hizo milagros solo declaró la Palabra del Padre y eran hechos los milagros; Pero cuando tuvo que redimir, tuvo que pagar un precio de sacrificio de muerte para que todo ser humano pudiera ser transformado a unja nueva criatura en Cristo Jesús: (2 Corintios 5:17) “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas pasaron; He aquí todas son hechas nuevas”. Esto es un verdadero encuentro con Jesucristo.

EN LA PRESENCIA DE DIOS, siempre habrá señales muy importantes de transformación, por ejemplo, en las vidas que por medio de Moisés salieron de la esclavitud de Egipto para entrar en un desierto para encontrarse personalmente con Jehová Dios. Por la noche, la nube sobre el tabernáculo en el desierto se convirtió en un pilar de fuego, un resplandor cálido en un lugar oscuro: (Números 9:15 al 17)15 El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana. 16 Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego. 17 Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel”. La dirección de la nube representa la conducción del bendito Espíritu de nuestro Padre Celestial. Ahora no tenemos que esperar esas señales de la PRESENCIA y dirección DIVINA, puesto que la promesa es segura para todo el Israel espiritual de Dios, que Él nos guía por su consejo. El pueblo de Israel siempre seguía a esta nube sobrenatural como quiera que los dirigía. Cuando se elevaba sobre el tabernáculo, la gente sacaba las estacas de sus tiendas y la seguían. Y dondequiera que la nube se detenía, la gente también se detenía y levantaban sus tiendas. Se movían o permanecían de acuerdo a su clara dirección. (Números 9:18,19) “18 Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; Todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados. 19 Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían”. Los israelitas eran cuidadosos de moverse solamente como la nube se movía, porque sabían que era la guía provista por Jehová Dios. Podía moverse todos los días, o todas las semanas y entonces no otra vez por meses. Sin embargo, de día o de noche, la gente siempre se movía según los dirigía. (Números 9:22,23) 22 O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían. 23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés”.

Esta nube en los tiempos de Moisés, eventualmente ascendió al cielo. Pero otra nube descendió del cielo siglos después, en el Aposento Alto en Jerusalén: (Hechos 1:8) “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. El Espíritu Santo—el mismo Espíritu que se posaba sobre el tabernáculo en el desierto—bajó y se posaba sobre 120 adoradores quienes se habían reunido en el Aposento Alto después de la muerte de Jesús. Esta nube bajó aún más, hasta la misma habitación donde la gente estaba sentada, y permaneció sobre las cabezas de las personas como si fueran lenguas de fuego.

Aplicación práctica para hoy. Nosotros quienes amamos a Jesús hoy también tenemos una nube que seguir. Podremos estar llenos del Espíritu Santo, orando y cantando alabanzas en el Espíritu, o experimentando manifestaciones del Espíritu Santo, pero nosotros todavía nos tenemos que comprometer a tomar ordenes de nuestro Rey Jesucristo. Si no esperamos su dirección en todas las cosas, simplemente no estamos caminando en el Espíritu. La instrucción de nuestro padre Celestial por medio del aposto Pablo hace esta distinción clara: (Gálatas 5:25) “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. Debemos dedicarnos con fervor a mortificar las obras del cuerpo y a caminar en la vida nueva sin desear la vanagloria ni desear indebidamente la estima y el aplauso de los hombres, sin provocarse ni envidiarse mutuamente, sino buscando llevar estos buenos frutos con mayor abundancia, que son, a través de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.

Consideremos estas promesas que Jehová Dios nos ha hecho y a ver si tu respuesta es: “SÍ Y AMÉN”: Nuestro Padre Celestial nos ha establecido, sellado, llenado y ungido con su Espíritu Santo. (2 Corintios 1:21,22) “21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones”. No puedes caminar en el Espíritu hasta que creas que estás lleno del Espíritu Santo. Y la verdad es, que el Espíritu Santo está con nosotros en todo tiempo, aún cuando hemos caído en el pecado.
Es más, necesitamos tanto al Espíritu santo, cuando hemos hecho el mal, como cuando hemos hecho el bien: (1Jn 2:1) “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. Les pregunto: ¿Hay alguna posibilidad de un “quizás” en tu mente? Si todas las promesas del Señor son sí y amén, entonces deben ser así en nuestras vidas. Tenemos que determinarnos a creer, que el Espíritu Santo vive en nosotros. Jesús prometió que el Espíritu Santo “estaría con vosotros para siempre” y que nos enseñaría todas las cosas y nos recordará todo lo que Él nos ha dicho: (Juan 14:16,17, 26)16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en MI NOMBRE, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que YO os he dicho”. En resumen, el Espíritu llena nuestras mentes con la verdad y nos guía a través de esa verdad.

Así que, ¿Pueden decir Amén, Padre, que sea así en mi vida? Jesús prometió que el Espíritu será nuestra voz interior para guiarnos, para glorificar a Cristo dentro de nosotros, y enseñarnos las cosas por venir. (Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, ÉL os guiará a toda la VERDAD; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. ¿Parece demasiado bueno que el Espíritu quiera dirigir cada paso de tu vida? ¿O pueden decir, “Sí Señor Jesucristo, que así sea? Jehová Dios ha prometido proveernos con dirección para todos nuestros caminos. (Proverbios 3:6)Reconócelo en todos tus caminos, y ÉL enderezará tus veredas”. ¿Has aceptado Su dirección en tus idas y pensamientos, literalmente, cada paso de tu semana, tu día, este momento? ¿Te has comprometido totalmente a este tipo de caminar? ¿Es un sí y un amén para ti?

Ha habido muchas veces cuando no oí la voz del Espíritu. Es más, puedo escribir un libro de todas las veces que corrí a hacer mi propia cosa, siguiendo mi propia dirección, y las cosas fueron terriblemente mal. Sin embargo, he aprendido a través de los años a oír la voz queda y apacible del Espíritu Santo. Y me he determinado a decir “sí y amén” a Su gobierno absoluto en mi vida. Sé que me guiará en toda la verdad, que me guiará a donde el quiere que vaya, y que me mostrará cosas por venir las cuales el quiere que sepa. Sí, puedo testificar que tal vida es posible. Y, tal como Él me enseñó, solo digo sí. ¿Y tú lo harás?

Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).

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