domingo, 8 de julio de 2018

LA LETRA MATA MAS EL ESPÍRITU VIVIFICA


Predica; 08 de Julio de 2018
“LA LETRA MATA MAS EL ESPÍRITU VIVIFICA”
Cuando hemos estado enfatizando la importancia de aprender más de la Palabra, de aumentar el Conocimiento de las Sagradas Escrituras, de CRECER en la Sana Doctrina de Cristo para adquirir la Sabiduría de Jehová Dios. Cuando Estudiamos, las Sagradas Escrituras, por medio de la Sana Doctrina de Cristo, y con la ayuda del Espíritu Santo, tendremos un correcto entendimiento de lo que está Escrito, porque la Sana Doctrina de Cristo nos ayudará a no salirnos de lo que está en las Sagradas Escrituras ya que ésta Doctrina es la que Nuestro Padre Celestial, le dio a su Hijo Jesucristo que nos la Enseñara; Veamos algunos testimonios de nuestro Señor Jesucristo: (Hch. 10:36)Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el Evangelio de la paz por medio de Jesucristo; Éste es Señor de todos”.  (Juan 3:31) “El que de ARRIBA VIENE, ES SOBRE TODOS; El que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; EL QUE VIENE DEL CIELO, es sobre todos”. (Juan 5:30)No puedo YO hacer nada por mí mismo; Según oigo, así juzgo; Y Mi Juicio es Justo, porque NO busco MI Voluntad, sino la Voluntad del que me envió, la del Padre”. (Juan 7:15-18) “15 Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? 16 Jesús les respondió y dijo: Mi Doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 17 El que quiera hacer la Voluntad de Dios, conocerá si la Doctrina es de Dios, o si YO hablo por mi propia cuenta. 18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; Pero el que busca la Gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia”. (Juan 8:28) “Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que YO SOY, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo”. (Juan 12:49 y 50)49 Porque YO NO he Hablado por Mi propia cuenta; El Padre que me envió, ÉL me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de Hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”. (Juan 14:10 y 24) “10 ¿No crees que Yo Soy en el Padre, y El Padre en Mí? Las palabras que YO os hablo, NO las Hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí, ÉL hace las obras. 24 El que no me ama, no guarda mis Palabras; Y la Palabra que habéis oído NO es mía, sino del Padre que me envió”. (Juan 17:8 y 14) “8 porque las palabras que me diste, les he dado; Y ellos las recibieron, y han conocido Verdaderamente que salí de Ti, y han creído que tú me enviaste. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde YO estoy, también ellos estén conmigo, para que vean Mi Gloria que me has dado; Porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”. Entonces como podemos comprobar por nosotros mismos, en las Sagradas Escrituras, nos damos cuenta que, muchísimas enseñanzas en muchísimos Seminarios y Universidades Teológicas, se instruyen y aprenden que, por medio de las Ciencias exactas de la rama de Teología, podemos aprender, que Dios piensa y también a interpretar su Palabra de acuerdo al contexto en la época en que se escribieron, las costumbres, el carácter del escritor, en fin una serie de mentiras; Porque la Verdad, es que el único Actor de toda la Escritura Sagrada es Jehová Dios, el único Carácter es el de Él, porque nadie Escribió lo que quiso, sino lo que por medio del Espíritu Santo, le fue inspirado que Escribiera. (2 Pedro 1:19 al 21) “19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Timoteo 3:16) “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. Entonces, la Palabra de Dios Escrita es Buena, siempre y cuando esté siendo enseñada por medio de la Sana Doctrina de Cristo, y con la condición de que el Espíritu Santo esté guiando, cuando estamos Escudriñando las Sagradas Escrituras. Pongámoslo de ésta forma: ¡¡¡Todo conocimiento sin sustento en las Sagradas Escrituras es falso!!! Y, además, el sustento NUNCA debe de ser bueno, si se da como tal, medio versículo, o uno, o dos, aislados versículos, debe, de tener como sustento, un GRAN, CONTEXTO de las Sagradas Escrituras.

Nunca debemos de perder ésta regla de Oro para escudriñar las Sagradas Escrituras: (Efesios 4:13) “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a UN VARÓN PERFECTO, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Para empezar, primeramente, para, llegar a la unidad de la fe, tenemos que estar dentro de la Sana Doctrina de Cristo. En segundo lugar, tenemos que tener el conocimiento de Jesucristo, y les recuerdo que en su testimonio Escrito dice que, de Él, no es la Doctrina, sino del Padre que le envió. Y, en tercer lugar, para poder llegar a la medida del Varón Perfecto se consigue solamente y exclusivamente por ésta Enseñanza: (2Juan 1:9) “Cualquiera que se extravía, y NO PERSEVERA en la Doctrina de Cristo, no tiene a Dios; EL QUE PERSEVERA en la Doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”. Creo con toda sinceridad, que si no estos Estudiando las Sagradas Escrituras, por medio de la Sana Doctrina de Cristo, estás en el camino equivocado y tu fe está siendo mal cimentada.

De entrada, quiero decirte que el Conocimiento de las Sagradas Escrituras, es básico para poder experimentar una saludable vida cristiana, de otra manera seríamos víctimas fáciles del enemigo y de nuestra propia carne. Y, Si, el Conocimiento de las Sagradas Escrituras, fuera malo, entonces ¿Qué tendríamos que hacer con ella? Les diré qué: ESTUDIARLA, por medio de la Sana Doctrina de Cristo, y digo esto porque ya a todo le llaman “sana doctrina”, y te aclaro NO ES SANA sí, hay interpretación de seres humanos en medio de la Enseñanza, esto sería doctrinas de hombres. ¡Bendito Conocimiento es este! De la Sana Doctrina de Cristo. Si el Conocimiento de las Sagradas Escrituras, fuera malo, entonces ¿Cómo podríamos Obedecer? Les diré qué: ESTUDIARLA, porque gracias a Dios, ¡Bendito conocimiento es este! (1 Corintios 8:1) “En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos Conocimiento. El Conocimiento envanece, pero el amor edifica”. Muchos de los cristianos en la actualidad se refugian y justifican con aquello de que “el Espíritu les lleva a toda verdad” o que, “aun en las noches les enseña su conciencia”, defendiéndose, diciendo que sólo con el celo por Dios es suficiente, haciendo de la ignorancia ésta Palabra: (Juan 5:39)Escudriñad las Escrituras; Porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la Vida Eterna; Y ellas son las que dan Testimonio de Mí”. Quizás muchos lo han aprendido de la boca de su pastor que es de los legalistas de lo que ellos llaman la “sana doctrina”. Otros quizás en algún congreso “profético de avivamiento y de milagros”, o en algún libro de alguno de esos falsos apóstoles actuales de la “prosperidad”, quien sabe. Lo que sí sé, es que reconocer que el conocimiento de la Palabra de Dios es sumamente importante, para conocer a Jehová Dios; Porque¨, ¿Cómo es posible conocer a nuestro Padre Celestial, si no es por Su Palabra? Pero veamos, qué es lo que en realidad enseña, Jehová Dios por medio del apóstol Pablo a todos nosotros, poniendo el ejemplo de los corintios, que eran, sumamente engreídos muchos de ellos.
Ahora veamos lo que nuestro padre Celestial nos habla por medio del apóstol Pablo, cuando empleó esta frase: “La letra mata, el espíritu vivifica”, y nos daremos cuenta que nada tiene que ver con lo que todos estos cristianos tibios y desinteresados realmente en las cosas de Dios quieren decir, o aquellos que son ignorantes y andan un tanto confundidos.
Cuando el apóstol Pablo, Escribe a los corintios, y en ese contexto, primeramente, les hace defensa de su ministerio. Veamos el texto: (2 Corintios 3:4 al 6)4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5 NO que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un NUEVO PACTO, NO de la letra, sino del espíritu; Porque la letra mata, más el Espíritu Vivifica”. Sabemos de la dureza de muchos de aquellos corintios, y de cómo eran tan fácilmente moldeables, a la doctrina de los falsos apóstoles de aquel tiempo, tal y como ocurre ahora. Nada ha cambiado. Por esta razón, nuestro Padre Celestial nos da este ejemplo de la vida de Pablo, cuando hace una defensa de la fe y de su ministerio como canal de expresión y ENSEÑANZA de la fe. Esta confianza de Pablo, insiste él, no es en sí mismo, sino en Dios, y en ese sentido exime su debilidad como hombre falible con honestidad ante nosotros los lectores de este último tiempo. Pablo confiaba tanto en Dios que, en su llamado, nos dice una Verdad, que quizás algo oculta a los ojos de ellos, engreídos muchos de ellos (1 Corintios 4:8) “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!”. Esta Verdad es que ÉL y los que estaban con ÉL, fueron constituidos por Dios “ministros competentes de un nuevo pacto…” cómo vimos arriba de éste párrafo, en el V-6.

Este “NUEVO PACTO” es el que todos conocemos. Es el PACTO de Dios hacia los hombres por Jesucristo, y en Jesucristo. Por medio del apóstol Pablo nos dice a todos que él fue escogido por Dios para dar a conocer esta BENDICIÓN DIVINA. Este NUEVO PACTO es efectivo en misericordia hacia el creyente, porque suministra el perdón de Dios, cosa que el anterior pacto NO hacía. En cambio, la LETRA”, entendemos aquí, que se refiere a la ley y su exigencia de cumplimiento, no podía cumplir su requisito más básico de amor y misericordia: Al perdonar al pecador. Por lo tanto, Cuando nuestro Padre Celestial nos habla por medio del apóstol Pablo, De un Nuevo Pacto, NO de la Letra, sino del espíritu” en: 2 Corintios 3:6, se está refiriendo a esto mismo. El Nuevo Pacto es el del Espíritu, el antiguo pacto es el de la letra, es decir, la ley mosaica. Hasta aquí ya podemos entender mejor el sentido de lo que ahora acabaremos de ver y comprender.

La letra no es en sí las Sagradas Escrituras, no es el conocimiento de las Sagradas Escrituras, no es en sí la Palabra Escrita. La letra a la que se refiere, nuestro Padre Celestial, por medio del apóstol Pablo, es la Ley en su exigencia de cumplimiento por parte del hombre, exigencia que jamás nadie pudo cumplir, por esta razón, que la letra, mata (V-6). Ahora les pregunto ¿La letra mata? Sí. LA LETRA, exige santidad de Jehová Dios Santo a una humanidad caída. MATA, porque produce muerte, ya que NADIE excepto Jesús, pudo cumplir con estas exigencias Divinas. La LETRA MATA de DOS maneras: Resulta en una muerte en vida. Tenemos el ejemplo del mismo Pablo antes de conocer a Jesús. Él pensaba que agradaba a Dios porque buscaba el cumplir con la letra de la ley, pero estaba muerto en sus pecados, como él mismo lo dice: (1 Timoteo 1:13) Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; Mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad”. Resulta en muerte espiritual eterna. Por su misma incapacidad de salvar, la letra (la ley exigida) enviaba a aquel que pretendía justificarse por el cumplimiento de la misma a la perdición eterna: (Romanos 10:2 al 4)2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. 3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; 4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”.
Entendiendo más sobre el propósito de la Ley, por medio del ejemplo de la vida del apóstol Pablo en el Libro de: (Romanos 7:7 al 11) “7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; Porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; Porque sin la ley el pecado está muerto. 9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; Pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató”. Es una realidad en éste tiempo que haya creyentes de índole judaizante que tengan la Ley como algo incluso superior a Cristo, y aún en cierto modo se avergüencen de este Nombre, cuando fue Él, Jesucristo, el único que pudo cumplir con este Divino requisito indispensable de santidad, (Colosenses 2:13 al 17) “13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con ÉL, perdonándoos todos los pecados,14 Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; Pero el cuerpo es de Cristo”. NO para sí mismo ya que era Jesucristo Justo, sino para nosotros, los que esperamos en Él.

La Ley revela lo que hay en el hombre. Pero la Ley no conoce la misericordia. De ahí que mata. Mata, o más bien declara la muerte del hombre, quien es incapaz de cumplirla en sí o por sí mismo. La Ley básicamente resume la exigencia de un Dios Santo. En los comienzos del siglo XX estuvieron caracterizados por una actividad muy dinámica del movimiento pentecostal en todo México. Los evangelistas de cruzadas y grandes campañas al aire libre parecían seguir un patrón marcado de la creencia de que si eres bautizado por el Espíritu Santo debes de hablar lenguas. No cabe duda que fueron años en los que miles de personas oyeron por primera vez la predicación de las Sagradas Escrituras, de alguien sin sotana. Alguien podría resumir algunos aciertos de dicho movimiento pentecostal; Sin embargo, uno de sus mayores, sino el más grande de sus desaciertos, fue haber enarbolado una bandera con la siguiente consigna: “LA MUCHA LETRA MATA, PERO EL ESPÍRITU VIVIFICA”. Lo acomodaron así porque como es de costumbre de los pentecostales, es tomar poquito de aquí y poquito de allá para formar su propia versión, veamos de donde tomaron esta herejía: (Hechos 26:24y25) “24 Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; Las muchas letras te vuelven loco. 25 Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura”. Y lo combinaron con otra parte de (2 Corintios 3:6) “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; Porque la letra mata, más el Espíritu Vivifica”.

En todas partes y en todos los tiempos ha existido siempre el mismo problema de no reconocer al siervo de Dios, cómo autoridad, en nuestras vidas, veamos un ejemplo en la vida y ministerio del apóstol Pablo. En corinto había disputas internas entre ellos y Pablo les habla diciendo: (1 Corintios 1:10y11) “10 Os ruego, pues, hermanos, por el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas”. Para el momento en que la segunda carta es escrita ya había un problema adicional, muchos habían ido con cartas de recomendación como judíos y supuestamente recomendados por los doce, (al parecer algunos creían que Pablo no podía ser reconocido como Apóstol por no ser de los doce). El judaísmo estaba haciendo todo por mantener las tradiciones propias de su religión mezcladas con el cristianismo naciente. Así estoy, mis hermanos que les traigo la Sana Doctrina de Cristo, y les enseño que todos somos iguales, porque todos somos un Cuerpo, cómo Iglesia; Esto es verdad, pero también es verdad que Jesucristo me ha dado Autoridad sobre todos Ustedes cómo siervo de Dios: (Hebreos 13:17)Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; Porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; Para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”. Así también, Pablo apela al argumento de que él no necesitaba una carta de recomendación para ser aceptado porque sus cartas eran ellos mismos. La prueba de que él era evidentemente un apóstol llamado por Cristo era que ellos se habían convertido (1 Corintios 1:4 al 9)4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la Gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en ÉL, en toda Palabra y en toda Ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”. Si Pablo no era reconocido como Apóstol, entonces su conversión no pudo ser genuina.

Por lo tanto; Mi carta, de recomendación al igual que el apóstol Pablo, porque no existe ninguna diferencia, porque es la misma fe preciosa, mi prueba de apostolado, son Ustedes en su conversión. NO, necesito al igual que Pablo, otra carta, expedida por hombres en esta tierra, al mismo tiempo les deja saber que dicha carta es Escrita por Jesucristo por medio del Espíritu Santo y que del PAPEL”, el papel, son sus propios corazones, en contraste con la ley que sus enemigos querían introducir de manera encubierta. (2 Corintios 3:1 al 3) “1 ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? 2 Nuestras cartas sois vosotros, Escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, Escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios Vivo; No en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”. Ahora con ésta evidencia de Las Sagradas Escrituras te pregunto, por tu propio bien, estabilidad y equilibrio en tu vida espiritual: ¿Me reconoces cómo tu apóstol y pastor? Esto se llama cobertura espiritual cuando Dios está madurando al movimiento apostólico con la Palabra profética más segura: (Efesios 6:17) “Y tomad el yelmo de la salvación, y la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios”. No queremos ni necesitamos una formalidad religiosa que apaga el fuego de Dios, pero sí necesitamos la Sana Doctrina de Cristo que nos da forma, un protocolo establecido que pueda permitir que fluya lo que es de Dios y al mismo tiempo impedir a los que solo quieren dañar.  Una de las cosas necesarias es la cobertura espiritual.

Predicador de la Sana Doctrina de Cristo: Víctor. Si usted no tiene la intención de guardar esta hoja, tenga la amabilidad de entregarla a otra persona interesada. Para la difusión gratuita entre cristianos, se permite fotocopiar esta hoja (por favor no cambiar el texto).

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