lunes, 27 de mayo de 2013

LA OBEDIENCIA Y LA SANA DOCTRINA DE CRISTO



LA OBEDIENCIA Y LA SANA DOCTRINA DE CRISTO

(Jueces 3:4) “Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés”. (1Sam 15:22) “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová?  Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”.

La palabra obediencia, que en el hebreo original significa "escuchar a", "oír", y que literalmente era tomado como "oír bajo", nos expresan la manera en que Dios quiere que nosotros oigamos su voz, y estemos atentos para actuar conforme a su perfecta voluntad. (Jer 35:13) “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová”.
La desobediencia de Adán, el primer hombre representativo, y la perfecta obediencia del segundo, Jesucristo, constituyen factores decisivos en el destino de todos. (Hch 4:19,20) “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; 20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”.

Cuando Adán ignoró la obediencia, sumergió a la humanidad en la conciencia de culpa, condenación y muerte (Romanos 5:19) “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno,  los muchos serán constituidos justos”; (1 Corintios 15:22) “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”.

La inquebrantable obediencia de Cristo "HASTA LA MUERTE" (Filipenses 2:5-11) “5  Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual,  siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”; (Hebreos 5:8) “”; 10:5-10) obtuvo justicia (aceptación para con Dios) y vida (comunión para con Dios) PARA TODOS LOS QUE CREEN EN ÉL (Romanos 5:15-19).

La obediencia nace de la gratitud por la gracia recibida (Romanos 12:1) y no del deseo de obtener mérito y justificarse a uno mismo a la vista de Dios. Además la obediencia significa:

Imitar a Dios en santidad (1Pedro 1:15)

A Cristo en Humildad y Amor (Juan 13:14; Filipenses 2:5; Efesios 4:32;5:2) Pero cada uno de nosotros inconversos o cristianos, pertenecemos a un nivel de obediencia, ¿no sabes en cuál te encuentras?, te invito a que los conozcas conmigo:

1. No conocimiento de la ley de Dios:

En este se encuentran las personas que no han conocido de Dios. Pues el argumento de algunos es la negación a seguir mandamientos. El cristianismo nos promete hacernos libres; Nunca nos promete hacernos independientes. Características como:

Falta de FE, pues la fe es obediencia, nada más; literalmente nada más.

Actuó de acuerdo al conocimiento humano, pero este es limitado y relativo.

No actúo pensando en las demás personas ni en Dios. Puede ser que aún siendo "cristianos", personas tengan esta manera de vivir, es importante evaluar si estoy demostrando y reflejando con mi vida y actitudes la nueva criatura en Cristo que soy.

2. Conozco y empiezo a seguir:

Es cuando me estoy dando cuenta de que mis actos afectan e influyen en las demás personas. Pero aún tengo que dejar otras cosas. Aceptar la voluntad de Dios, nunca nos dirige a ese miserable sentimiento de que es inútil seguir luchando. Dios no nos pide esa desanimada, débil y adormilada complacencia de la indolencia. Dios nos pide algo, y algo fuerte. Nos pide cooperar con Él, activamente desear lo que Dios quiere, nuestra única meta es su gloria. Nivel con características como:

Renuncio a pecados y ataduras

Empiezo a conocer el camino de la obediencia

Más falta morir a mí mismo

3. Morir a mí mismo:

Es el camino y la meta a la que Dios quiere que apuntemos, pues Dios no tiene necesidad de marionetas. Dios le da al ser humano el privilegio de vivir como elija. Pero si vive sin Dios en esta vida, entonces también debe vivir sin Dios en la próxima. El verdadero sentido del cristianismo es tener una comunión perfecta, continua y personal con Dios, pero para poder obtenerla, es necesario que también nosotros tomemos la cruz, y nos neguemos, a nuestras metas, deseos y sueños, para que Dios empiece su obra. Sólo de esta manera llegaremos al verdadero camino de la obediencia. LA ÚNICA CARACTERÍSTICA DE ESTE NIVEL ES: "YA NO VIVO YO, MAS CRISTO VIVE EN MÍ"

Conclusión:

Podemos seguir viviendo fuera de la voluntad de Dios, en efecto, solamente nosotros perdemos, no pierde Dios, no pierde el pastor, no pierde mi líder, sólo soy yo, quien puedo perder hasta la salvación.

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