martes, 19 de febrero de 2013

COMPROBANDO LO QUE ES AGRADABLE AL SEÑOR


Lerma, Domingo, 17 de febrero de 2013

COMPROBANDO LO QUE ES AGRADABLE AL SEÑOR

El propósito central de nuestra vida es llevar fruto para la gloria de Dios: y que todo lo demás es secundario.
(Efesios 5:9,10) “9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)”, 10 comprobando lo que es agradable al Señor”.
(Efesios 6:17) “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.
(Romanos 13:4) “porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo,  teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”.

Una pregunta fundamental que debemos hacernos como cristianos es: ¿qué vamos a hacer con nuestra vida? ¿Qué quedará, de valor, en nuestro paso por este mundo cuando ya no estemos aquí? ¿Cuál es el propósito de mi vida como cristiano? Podemos responder, basados en la Escritura, que el propósito central de nuestra vida es llevar fruto para la gloria de Dios: y que todo lo demás es secundario. Nuestra obra y palabras serán juzgadas a la luz de la Palabra escrita y del fruto que produjimos. Veamos algunos aspectos que surgen en este pasaje de Juan 12, los cuales nos permiten saber en qué consiste llevar fruto y cómo es posible hacerlo.

(Juan 12:20-26) “20 Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. 21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. 22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. 23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”.

MOSTRAR A JESÚS (Juan 12:21)
El pasaje describe la siguiente escena: El señor Jesús se presenta con sus discípulos en la celebración de una fiesta religiosa, a la cual también han acudido ciertos griegos.
Más allá de que si se trataba de judíos de origen griego o directamente gentiles griegos que habían abandonado su culto politeísta y pagano y reconocían al Dios único, el Dios de Israel, lo cierto es que estos griegos representan muy bien a la gente en general, a aquellos del mundo que se encuentran en una búsqueda sincera del Señor. Representan a las naciones que le fueron prometidas al Hijo de Dios desde antes de que el mundo fuese (Salmo 2:1-12).

Estos griegos se acercan con un ruego, un clamor: quieren “ver a Jesús”. Cuán apropiado es que como pueblo de Dios entendamos nuestra razón de ser: nuestra competencia de llevar fruto se medirá por lo que la gente alcance a ver en nosotros del ¡carácter de Cristo! Nuestro propio carácter no puede llevar fruto espiritual permanente. El mundo de hoy día, es escéptico con la religión y a la vez abierto a todo lo alternativo: “Nueva Era”, ocultismo, etcétera, este mundo posmoderno

no podrá ser convencido por nuestros argumentos: debemos, como pueblo del Señor, manifestar a Cristo y su poder, a Cristo y su carácter. El mundo no quiere oír hablar del Amor de Dios, pero sí espera verlo manifestado entre nosotros y extendido al mundo en general. (1Corintios 14:14) “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”.

Los griegos del relato bíblico clamaban por ver a Jesús, pues percibían que no representaba al sistema religioso, la religión institucional, las largas “palabrerías” de los escribas y los fariseos, sino que hablaba con autoridad, obraba milagros y aparecía comprometido con Dios hasta la muerte.

Tu familia (tus hijos, tu esposa, tu esposo), tus vecinos, tus compañeros del lugar donde trabajas, ¿pueden ver a Cristo en tu vida? (Gálatas 5:22,23) “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
(2Pedro 1:8) “Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”.

No podemos llevar fruto hasta el momento en que la vida de Cristo se encarne en nosotros. No llevaremos fruto por simplemente hablar. Lo que predicamos debe encarnarse en nosotros. (Tito 3:14) “Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto”.

Los griegos del relato bíblico podían vislumbrar que este hombre era mucho más que palabras: El Verbo, la Palabra de Dios, se había hecho carne (Colosenses 1:4-6)  “4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, 5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, 6 que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad”.
(Juan 1:14) “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

En este punto nos preguntamos: ¿qué debo hacer para que la vida de Cristo se encarne en mí? La respuesta es sencilla y tremenda a la vez. (2Juan 1:8) “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo”.

MORIR PARA VIVIR (Juan 12:24)
Cristo explica la naturaleza de su misión. Anuncia: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”. Lo que afirma a continuación se aplica primordialmente a Jesucristo (él es el Redentor que murió para que obtengamos vida) pero, por extensión se aplica en sus demás aspectos a nosotros, sus seguidores.
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo, pero si muere lleva mucho fruto”. ¿Qué es morir? ¿Qué significa para nosotros la figura del grano de trigo que cae a tierra y muere? Cada vez que mi voluntad se cruza o contrapone con la voluntad revelada de Dios y yo elijo obedecer a Dios, aunque humanamente me desagrade, me duela o me perjudique, el grano de trigo cae a tierra y muere. Es la muerte a los intereses personales, al prestigio de este mundo, a los planes y proyectos propios.
Es poder confesar con el Apóstol Pablo: (Gálatas 2:20) “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.

Es formativo el ejemplo que el Señor Jesús nos presenta. Si el grano no cae a tierra, se conserva, siempre será identificable. Será un grano ahora y por muchísimo tiempo, solo uno. Se han hallado semillas en excavaciones arqueológicas, por ejemplo en las pirámides egipcias. Esas semillas, luego de miles de años no han perdido su individualidad pero tampoco han producido nada.

El egoísmo es, en la vida espiritual, el gran obstáculo que evita la rotura del grano. Sin rotura, sin quebrantamiento no habrá fruto. El grano, cuando cae a tierra, se va desintegrando, pierde su individualidad, en un sentido ese grano se va a perder, pero al cabo de los años ha originado miles y miles de semillas. (Hebreos 12:11) “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.

Cristo, en la última cena, antes de ser entregado: (Lucas 22:19) “Habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió y les dio, diciendo: esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí”. Hacer memoria del Señor no es solo participar de la cena sino también romper nuestro egoísmo y entregarnos sacrificialmente por nuestros hermanos. Desde Abraham en adelante, oír el llamado de Dios y obedecerlo implica salir sin saber a dónde va uno, despojándose y dejando de lado el proyecto propio de vida, es la decisión de que nuestro yo muera para que Cristo viva en nosotros.

CONVERSIÓN DE NUESTROS VALORES (Juan 12:25)
Encarnar en nosotros la vida de Cristo significa una conversión que no se limita a lo que creemos doctrinalmente, sino que revoluciona y transforma nuestra concreta forma de vida, nuestros valores. (Santiago 3:18) “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”.

Amar la vida y sus tradiciones de este mundo y seguir a Cristo resulta incompatible. ¿Cuáles son tus prioridades y tus objetivos en la vida? La respuesta a esa pregunta responde exactamente a la cuestión de que si amas la vida de este mundo o la aborreces por causa de Cristo; o sea, si has muerto o no, para que la vida Cristo se encarne en la tuya; si el grano de trigo ha caído a tierra o permanece intacto y estéril. Que Cristo esté en nosotros y con nosotros en eso consiste la vida abundante (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”, lo demás solo resultará en vacío, vanidad y muerte.

¿Qué será de ti al final de tu vida cuando se haga el balance final? Lo único que permanecerá en esa hora será el fruto que hayas podido llevar en el poder del Espíritu Santo para la gloria de Dios.
(2Juan 1:9-11) “9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo,  no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido!  Participa en sus malas obras”.
En (Juan 17:1-26), cuando la cruz era inminente, Cristo, el Señor, se regocija, no en los milagros, no en la enseñanza en sí misma (esos eran medios, pero no el fin) sino en las vidas salvadas, formadas y  conducidas: en el fruto.

La vida de aquellos que te reconocen autoridad espiritual (tus hijos físicos y espirituales) son tu tesoro y tu objetivo. Cooperar con la obra del Espíritu Santo para su desarrollo y formación en Cristo y edificarlos con la sana doctrina de Cristo es nuestra tarea: ellos constituirán el fruto. Es una tarea con responsabilidades individuales pero que abarca a toda la comunidad de fe y solo puede cumplirse en la Doctrina de Cristo porque es la única que produce fruto aceptable a Jehová Dios y a nuestro Rey Cristo Jesús.

EL QUE LLEVE FRUTO TENDRÁ LA HONRA DEL PADRE (JUAN 12:26)
Cuando todo haya pasado, cuando nosotros no estemos en este mundo, cuando este mundo también haya pasado, ¿qué otra cosa será valiosa? El Padre honrará a quienes hayan llevado fruto, lo demás, el prestigio y la opinión humana, habrán dejado de ser. (Lucas 3:9) “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego”.

El mundo habrá pasado y sus deseos, pero el que haya hecho la voluntad de Dios permanecerá para siempre. En el centro de la voluntad de Dios para nuestra vida está el que llevemos fruto. ¡Que Dios nos ayude a invertir nuestra vida, a “perderla” en el concepto del mundo, de tal modo que seamos el grano de trigo que cae a tierra y muere y así consigamos llevar mucho fruto!

Lo que Dios quiere que entendamos es que Él nos quiere hacer fructificar. Dios tiene beneficios para nosotros. Jehová Dios es el que sana, el que rescata, el que te levanta, el que te corona. Él nos va a saciar de bien, no olvides ninguno de sus beneficios, todo lo contrario, piensa en ellos.

José fue un hombre de éxito, José es uno de los personajes más grandes y más admirados de Biblia. José fue un gran triunfador. El problema es que algunas personas solo ven el éxito de José y no sus aflicciones. José tenía un sueño, y ese sueño tenía que cumplirse. Si Dios te ha dado sueños debes comprender que vas a recibir un trato para llegar a tener el carácter que necesita Dios que tengas para que se cumpla ese sueño.

Todo sueño necesita una persona y toda persona para cumplir un sueño necesita carácter y Dios va a trabajar en tu vida para hacerte fructificar y que el sueño no se pierda. Dios quiere que tus sueños se cumplan pero también quiere formarte y Dios tuvo que formar a José para el sueño que le dio.
El problema es que normalmente los sueños vienen antes que el carácter y necesitamos ser formados en carácter. Dios nos quiere hacer fructificar. Hay una tierra en la que somos afligidos y las aflicciones son personales e intransmisibles, José dijo: “Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”.
Todos tenemos aflicciones, de diferentes maneras o formas pero todos tenemos aflicciones, no creas que eres el único afligido. Si sabes aprovechar esa aflicción va a producir fruto en ti. Debes aprender a manejar tu propia aflicción, pensar que sólo tú tienes aflicciones es incorrecto, todos tenemos una tierra en donde somos afligidos, José lo reconoció y por eso dijo que a su segundo hijo lo llamaría Efraín porque quería recordar que a pesar de haber pasado por la tierra de sus aflicciones en medio de todo Dios lo había hecho prosperar y fructificar. José estaba dispuesto a recordar el fruto y no las aflicciones. Las aflicciones las olvidaremos y sólo veremos el fruto que trajo esa aflicción.

(Mateo 13:20-21) “20Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.”

La aflicción no la tienes que buscar, siempre llega sola. José no buscó problemas ni buscó las aflicciones, lo único que él hizo fue tener un sueño dado por Dios y las aflicciones le vinieron por haber soñado. José tuvo el sueño, él quería lograrlo y contó el sueño a sus hermanos, todos sabemos lo que los hermanos le hicieron, José jamás fue puesto en la cárcel por robar, fue a la cárcel por no querer fornicar, muchos de nosotros hacemos lo correcto y a pesar de eso nos vienen las aflicciones, puedes ser la persona más santa o correcta del mundo que de todas maneras tendrás aflicciones, pero si las aflicciones vienen por hacer lo correcto en medio de todo dobla tus rodillas, levanta las manos, adora a Dios.

Da el fruto que debes dar, la única razón por la cual José sufrió fue por haber soñado. El oro en piedra, rústico, en bruto no sirve de nada, el oro que sirve es el que está purificado, para que el oro sea útil debe aceptar que lo metan al horno y ya del horno varias veces hasta que sale listo para ser una joya, la aflicción nos prepara para ser una de las joyas más preciosas que Dios pueda usar.
Dios quiere usarte como una obra de su mano, para eso vas a pasar por la aflicción, la obra que hizo José en Egipto fue una obra maravillosa, Dios uso a uno de su pueblo para combatir el hambre de los egipcios y luego el hambre del pueblo del Señor, tu puedes ser usado para bendecir aún a aquellos que no conocen al Señor, José fue una bendición para Egipto, para Israel y para nosotros.

Si quieres ser de bendición para alguien vas a tener que aprender a soportar y manejar las aflicciones. Es difícil tener ánimo cuando uno está afligido. Tenemos que ser como José, hicieron de todo con él pero nunca perdió el ánimo y fructificó.
Vemos en Mateo 13 en la parábola del sembrador que algunos no fructificaron por la aflicción, y es que la aflicción compite con el fruto.
Génesis 39:2 “Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.”

No existe el ambiente perfecto para prosperar, hay gente que quiere cambiarse de trabajo porque no hay buen ambiente, si no aguanta el ambiente de su trabajo, cámbielo usted. José prosperó en un ambiente de esclavitud, siendo esclavo prosperó, él no miraba el lugar donde estaba, él miraba quién estaba con él en ese lugar, él no decía “soy esclavo de Potifar”, le decía “soy hijo del Dios Altísimo, bendecido por él, todo lo que hago prospera, lo que toco sale bien, no importa dónde me pongan Dios va conmigo a dónde quiera que vaya”.
José prosperó en la casa de su amo, no necesitas ser empresario para prosperar. Génesis 39:3 “Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.” José fue prospero en medio de las circunstancias, tienes que entender que no vas prosperar porque te quejes las circunstancias Dios no te bendice por lástima.

Pero te tengo buenas noticias, no importan las circunstancias, si crees que Dios está contigo allí donde estás, de allí te levantará el Señor. Cuando José le pone el nombre a su hijo, allí declaró que Dios lo había hecho fructificar en el tiempo de la aflicción, eso me dice a mí lo que lo que había en la mente de José no era la aflicción que estaba viviendo, lo que había en su mente era dar fruto para Dios.
Si José no hubiera dado fruto a Dios nunca hubiera gobernado Egipto, José estaba bien afligido pero bendecido, en otras palabras, José estaba en problemas pero gozoso.

No veas lo feo que puede ser un momento lo que tienes que ver es que Dios está allí para hacerte prosperar. No veas la dificultad sino la manera en que Dios te va a sacar de ella, no le hables a Dios de tus problemas, háblale a tus problemas del Dios tan grande que tienes.

(Romanos 8:16-19) “16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17Y si  hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.”

Debes comprender que las aflicciones son temporales, todas terminan, la aflicción se va, se va cuando te refugias en la Torre fuerte de Jehová Dios, y la palabra de Dios es clara y debemos comprender que las aflicciones son temporales y la más fuerte de ellas no se puede comparar con la gloria que se va a manifestar en nosotros. Se van a manifestar en nosotros las aflicciones pero jamás tan intensas como la gloria que Dios va a manifestar en nosotros. Las aflicciones que vivió José no fueron tan intensas como la gloria que vivió administrando todo Egipto y las aflicciones que pasamos por hacer lo bueno no son nada comparables con la recompensa que Dios te da por haberlo hecho.

Salmo 34:19 “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.” Aquí no dice que los justos no vamos a tener aflicciones, dice que vamos a tener “muchas” pero también dice que de todas nos librará Jehová, mientras estás en la aflicción pon tu mirada en gloria que Dios te va a dar. (Juan 16:33) “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”

El Señor Jesús no dijo que íbamos a estar exentos de tener aflicción, Él dijo que de todas nos iba a librar. El dijo tendrán aflicciones, sólo una cosa les pido “confíen en mí”.
El Señor nos pide que confiemos en Él en medio de la aflicción porque a veces son tan grandes o vienen tan seguidas que tenemos la tentación de desconfiar de Dios, Jesús dulcemente dijo: “Yo te voy a librar de las aflicciones, sólo ten paciencia”.

Tú puedes tener aflicciones por dos razones, por hacer lo malo o por hacer lo bueno. Por ejemplo, quieres beber alcohol, quieres drogarte, quieres fumar, puedes decidir no hacerlo entonces sufres la aflicción al ejercer el dominio propio, o bien, decides beber, drogarte o fumar, en este caso sufrirás la aflicción de morirte, de dañar a la gente que te rodea o de un cáncer.

Puedes sufrir aflicción de que el novio te corte porque no te acuestas con él o sufrir la aflicción de ser madre soltera porque el que te está pidiendo que te acuestes con él antes de tiempo seguramente te va a abandonar, el que te ama te espera.

Puedes sufrir la aflicción de abstenerte de hacer cosas malas o la aflicción de hacer las buenas, puedes abstenerte de la aflicción de no querer ser un cristiano consagrado porque no quieres que digan que eres fanático o sufres la aflicción en el día del juicio cuando Él te diga “Por cuanto no fuiste ni frío ni caliente sino tibio te vomitaré de mi boca”. Si vas a sufrir o vas a ser afligido que sea por hacer lo bueno y por someterte a la voluntad de Dios. El propósito central de nuestra vida es llevar fruto para la gloria de Dios: y que todo lo demás es secundario.

PREDICA en Lerma por:
Pr. Víctor R. Preciado Balderrama

http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fb
viclaly5757.blogspot.com
Buen día les invito con mucho respeto a visitar el BLOGSPOT que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que Dios me ha regalado en revelación, Efesios 3:8.

Proving what is acceptable unto the Lord

Lerma, Sunday, February 17, 2013
Proving what is acceptable unto the Lord
The central purpose of our life is to bear fruit for the glory of God, and that everything else is secondary.(Ephesians 5:9,10) "9 (for the fruit of the Spirit is in all goodness and righteousness and truth)" 10 Proving what is acceptable unto the Lord. "(Ephesians 6:17) "And take the helmet of salvation, and the sword of the Spirit, which is the word of God."(Romans 13:4) "he is the minister of God to thee for good. But if you do wrong, be afraid, for he does not bear the sword, he is the minister of God, a revenger to execute wrath upon him that doeth evil. "
A fundamental question we must ask ourselves as Christians is, what we do with our lives? What will remain of value, in our passage through this world when we're here? What is the purpose of my life as a Christian? We can respond, based on Scripture, that the central purpose of our life is to bear fruit for the glory of God, and that everything else is secondary. Our work and words will be judged in the light of the Word written and produced fruit. Here are some issues that arise in this passage in John 12, which allow us to know what it is bearing fruit and how it can be done.
(John 12:20-26) "20 There were certain Greeks among those who went up to worship at the feast. 21 And these came to Philip, who was from Bethsaida of Galilee, and desired him, saying, Sir, we would see Jesus. 22 Philip went and told Andrew; then Andrew and Philip tell Jesus. 23 Jesus answered them, saying, The time has come for the Son of Man to be glorified. 24 Truly, I say to you, unless a grain of wheat falls into the ground and die, it abideth alone: ​​but if it dies, it produces many seeds. 25 He who loves his life will lose it, and whoever hates his life in this world will keep it for eternal life. 26 If anyone serves me, follow me, and where I am, there shall also my servant. If anyone serves me, the Father will honor him. "
Show Jesus (John 12:21)The following passage describes the scene: Jesus appears to his disciples in the celebration of a religious holiday, which was also attended by some Greeks.Beyond that if it was Jews of Greek origin or directly Gentile Greeks who had abandoned their polytheistic and pagan worship and recognize the one God, the God of Israel, the truth is that these Greeks represent good people in general, those in the world who are in a sincere search for the Lord. Representing the nations that were promised to the Son of God before the world was (Psalm 2:1-12).
These Greeks are close with a prayer, a cry, want to "see Jesus". How appropriate that as God's people understand our rationale: our competence to bear fruit will be measured by what people see in us scope to the character of Christ! Our very nature can not bear fruit permanent spiritual. The world today, religion is skeptical yet open to the alternative: "New Age", occultism, etc., this postmodern world
not be convinced by our arguments: we, as people of God, manifest Christ and his power, Christ and his character. The world does not want to hear about the love of God, but does expect to see manifested among us and spread the world at large. (1 Corinthians 14:14) "For if I pray in a tongue, my spirit prays, but my understanding is unfruitful."
The Greeks of the biblical clamored to see Jesus, because they did not represent the perceived religious system, institutional religion, long "chatter" of the scribes and Pharisees, but spoke with authority, worked miracles and God appeared committed to death.
Your family (your children, your wife, your husband), your neighbors, your colleagues where you work, can see Christ in your life? (Galatians 5:22-23) "But the fruit of the Spirit is love, joy, peace, patience, kindness, goodness, faith, 23 Meekness, temperance: against such there is no law."(2 Peter 1:8) "For if these things are yours and abound, they make you that ye shall neither be barren nor unfruitful in the knowledge of our Lord Jesus Christ."
We can not bear fruit until the time when the life of Christ is incarnate in us. Not bear fruit by simply talking. What we preach must be embodied in us. (Titus 3:14) "And our people also learn to maintain good works for necessary uses, that they be not unfruitful."
The Greeks of the biblical account could envision that this man was much more than words: The Word, the Word of God was made flesh (Colossians 1:4-6) "4 Since we heard of your faith in Christ Jesus, and love that you have for all the saints, 5 because of the hope laid up for you in heaven, of which you heard before in the word of the truth of the gospel, 6 which has come to you, and everyone, and takes fruit and doth also in you, since the day you heard and knew the grace of God in truth. "(John 1:14) "And the Word became flesh and dwelt among us, (and we beheld his glory, glory as of the only begotten of the Father,) full of grace and truth."
At this point we ask: what should I do to make the life of Christ incarnate in me? The answer is simple and tremendous simultaneously. (2 John 1:8) "Take heed to yourselves, lest they lose what you have worked for, but may win a full reward."
DYING TO LIVE (John 12:24)Christ explains the nature of his mission. Announced: "The time has come for the Son of Man to be glorified." What I said then applies primarily to Jesus Christ (he is the Redeemer who died for us to obtain life) but, by extension applies in its other aspects to us, his followers."Unless a grain of wheat falls into the earth and dies, it remains alone, but if it dies, it produces many seeds." What is death? What does it mean for us the figure of the grain of wheat that falls to the ground and dies? Whenever my will is crossed or opposed to the revealed will of God and I choose to obey God, yet humanly I dislike, I hurt or harm me, a grain of wheat falls to the ground and dies. Is death to personal interests, the prestige of this world, plans and projects themselves.It is able to confess with the Apostle Paul (Galatians 2:20) "I have been crucified with Christ and I no longer live, but Christ lives in me, and I live in the flesh I live by faith in the Son of God, who loved me and gave himself for me. "
Is training the example that Jesus gives us. If the grain does not fall on the ground, is preserved, it will always be identifiable. Will a pimple now and for a long time, only one. Seeds have been found in archaeological excavations, for example in the Egyptian pyramids. Those seeds, after thousands of years they have not lost their individuality but they have not produced anything.
Selfishness is, in the spiritual life, the major obstacle that prevents breakage of grain. No breakage, no fruit without breaking. The grain, when it falls to earth disintegrates, loses its individuality, in a sense that grain will be lost, but over the years has resulted in thousands and thousands of seeds. (Hebrews 12:11) "Now no chastening for the present seemeth to be joyous, but grievous: nevertheless afterward it yields the peaceable fruit of righteousness unto them which are exercised thereby."
Christ at the Last Supper, before being delivered: (Luke 22:19) "Having taken bread, having given thanks, he broke it and gave unto them, saying, This is my body which is given for you: this do in remembrance of me. " Remembering the Lord is not only part of the meal but also break our selfishness and give ourselves sacrificially for our brothers. From Abraham on, hear the call of God and obey it implies out not knowing where you are going, taking off and leaving aside the personal project of life, it is our decision that I die for Christ to live in us.
CONVERSION OF OUR VALUES (John 12:25)Incarnate in us the life of Christ means a conversion that is not limited to what we believe doctrinally, but that revolutionizes and transforms our particular way of life, our values. (James 3:18) "And the fruit of righteousness is sown in peace by those who make peace."
Loving life and traditions of this world and follow Christ is incompatible. What are your priorities and your goals in life? The answer to that question responds exactly to the point that if you love life or hate this world for Christ, that is, if you are dead or not, so that life Christ is incarnated in yours, if grain Wheat has fallen to the ground or stays intact and sterile. That Christ is in us and with us in this life is abundant (John 10:10) "The thief comes only to steal and kill and destroy: I am come that they might have life and have it more abundantly" otherwise only result in empty vanity and death.
What will happen to you at the end of your life when you make the bottom line? The only thing that time will remain in the fruit that you could take on the power of the Holy Spirit for the glory of God.(2 John 1:9-11) "9 Whosoever transgresseth, and abideth not in the doctrine of Christ, hath not God: he that abideth in the doctrine of Christ, he hath both the Father and the Son. 10 If anyone comes to you, and bring not this doctrine, receive him not into your house, neither bid him God speed: Welcome! 11 For he says: Welcome! Partaker of his evil deeds. "In (John 17:1-26), when the cross was imminent, Christ the Lord, rejoicing, not miracles, not education itself (these were means, but not the end) but in the lives saved, formed and conducted: in the fruit.
The lives of those you recognize spiritual authority (your physical and spiritual children) are your treasure and your goal. Cooperate with the Holy Spirit for their development and training in Christ and build them with sound doctrine of Christ is our task: they constitute the fruit. It is a task with individual responsibilities but encompassing the entire community of faith and can only be fulfilled in the doctrine of Christ because it is the only one that produces fruit acceptable to Jehovah God and Jesus Christ our King.
WHICH WILL HONOR bear fruit the Father (John 12:26)When everything is over, if we are not in this world, when this world also has passed, what else will be valuable? The Father will honor those who have borne fruit, otherwise, prestige and human opinion, will have ceased to be. (Luke 3:9) "And now also the ax is laid to the root of the trees: therefore every tree that does not bear good fruit is cut down and thrown into the fire."
The world will have passed and your wishes, but you have done the will of God remains forever. In the center of God's will for our lives is that we bear fruit. May God help us to invest our lives, to "lose" in the concept of the world, so that we the grain of wheat that falls to the ground and dies, and so get bear much fruit!
What God wants us to understand is that He wants us to bear fruit. God has benefits for us. Jehovah is God who heals, who redeems the raises you, you the crown. He will satisfy us well, forget not all his benefits, on the contrary, thinks of them.
Joseph was a man of success, Joseph is one of the most largest and most admired Bible. Joseph was a big winner. The problem is that some people only see the success of Joseph and his afflictions. Joseph had a dream, and that dream had to be fulfilled. If dreams God has given you to understand that you will be treated in order to have the character that you need God in order to fulfill that dream.
Every dream needs a person and every person to fulfill a dream takes character and God will work in your life to make you fruitful, and that the dream is not lost. God wants you to fulfill your dreams but also want to train you and God had to train for the dream that Joseph gave.The problem is that dreams usually come before the character and nature need to be trained. God wants us to bear fruit. There is a land in which we are afflicted and affliction are personal and not transferable, Joseph said, "God has made me fruitful in the land of my affliction."We all afflictions, in different ways and forms but all have troubles, do not think you're the only one afflicted. If you know take that grief will produce fruit in you. You must learn to manage your own grief, to think that only you have afflictions is incorrect, we all have a land where we are afflicted, Joseph recognized him and said that's why his second son Ephraim call it because I wanted to remember that despite having spent for the land of their afflictions in the midst of all God did prosper and flourish. Joseph was willing to remember the fruit and afflictions. Afflictions forget them and only see the fruit that brought this affliction.
(Matthew 13:20-21) "20And he that was sown on rocky ground, this is he who hears the word and immediately receives it with joy; 21But has no root in himself, but is short-lived, for the coming tribulation or persecution arises because of the word, immediately he stumbles. "
Grief does not have to look, always comes alone. Joseph did not seek trouble or seek afflictions, all he did was have a God-given dream and afflictions have dreamed you came for. Joseph had a dream, he wanted to do and told the dream to his brothers, we all know what the brothers did to him, Joseph never was put in jail for stealing, went to jail for refusing to fornicate, many of us do the right thing and yet we are the afflictions, can be the most holy and right in the world to have troubles anyway, but if the afflictions are doing the right thing amid all bend your knees, lift your hands, worships God .
Give the fruit that you give, the only reason that Joseph suffered was for having dreamed. Gold in stone, rustic, raw is useless, gold is serving which is purified, for gold is useful to accept it and mess in the oven and the oven several times until it comes ready to be a jewel, grief prepares us to be one of the most precious jewels that God can use.God wants to use you as a work of your hand so that you will go through the tribulation, the work Joseph did in Egypt was a wonderful work, God used one of his people to fight hunger from the Egyptians and then the hunger Lord's people, you can be used to bless even those who do not know the Lord, Joseph was a blessing for Egypt, for Israel and for us.
If you want to be a blessing to someone you have to learn to handle and manage the afflictions. It's hard to take courage when one is afflicted. We have to be like Joseph did everything with him but never lost heart and fruition.We see in Matthew 13 in the parable of the sower that some were not successful with grief, and that grief is competing with the fruit.Genesis 39:2 "The Lord was with Joseph, and he was a prosperous man, and was in the house of his Egyptian master."
There is the perfect environment to thrive, there are people who want to change jobs because there is a good atmosphere, if not bear your work environment, you change it. Joseph prospered in an environment of slavery, a slave prospered, he was not looking where he was, he looked at who was with him there, he did not say "I am a slave to Potiphar," he said "I am the son of the most high God, blessed for him, all I do is successful, I touch goes well, no matter where I put God goes with me wherever I go. "Joseph prospered in his master's house, you do not need to be an entrepreneur to thrive. Genesis 39:3 "And his master saw that the LORD was with him, and everything he did, the LORD made it to prosper in his hand." Joseph was thriving amid the circumstances, you have to understand that you will not succeed because you circumstances complain God blesses you no pity.
But I have good news, no matter the circumstances, if you believe God is with you wherever you are, from thence will the Lord arise. When Joseph puts his son's name, there declared that God had made him fruitful in the time of trouble, that tells me what he had in mind was not the affliction Joseph was living, which had in his mind was bearing fruit for God.If Joseph had not borne fruit God had never ruled Egypt, Joseph was well afflicted but blessed, in other words, Joseph was in trouble but joyful.
Do not you see how ugly it can be a time you have to see is that God is there to make you succeed. Do not see the difficulty but how God will take it, do not talk to God about your problems, talk to your God big problems you have.
(Romans 8:16-19) "16 The Spirit himself testifies with our spirit that we are children of God. 17And if children, then heirs, heirs of God and fellow heirs with Christ, if indeed we suffer with him in order that we may also be glorified with him. 18For I have to consider that the sufferings of this present time are not worth comparing with the glory which shall be revealed in us. 19For the earnest expectation of the creation eagerly waits for the revealing of the sons of God. "
You must understand that afflictions are temporary, end all, grief goes, it goes when you take refuge in the strong tower of Jehovah God, and the word of God is clear and we must understand that the sufferings are temporary and the strongest of them can not be compared with the glory that will be revealed in us. It will manifest in us afflictions but never as intense as the glory that God will manifest in us. Joseph lived afflictions were not as intense as the glory which lived administering all Egypt and hardship we go through to do good are nothing compared with the reward that God gives you for doing so.
Psalm 34:19 "Many are the afflictions of the righteous, but the Lord delivers him from them all." It does not say that's just not going to have troubles, says that we will have "many" but also said that of all the Lord deliver us , while in the affliction lay your eyes on glory that God will give. (John 16:33) "These things I have spoken to you, that in Me you may have peace. In the world you have tribulation, but take courage, I have overcome the world. "
The Lord Jesus said we would be exempt from having affliction, He said all he would rescue us. The afflictions have said, I ask only one thing "trust me".The Lord asks us to trust Him in the midst of affliction because sometimes they are so big and are so straight that we are tempted to distrust God, Jesus gently said: "I'm going to fight of afflictions, just be patient" .
You may be suffering for two reasons, to do evil or to do good. For example, you want to drink alcohol, you get high, you want to smoke, then you can decide not to suffer the affliction to exercise self-control, or you choose to drink, do drugs or smoke, in this case suffer the affliction of dying, to harm the people around you or cancer.
You suffer affliction that the boyfriend cut because you do not sleep with him or suffer the affliction of being a single mother because that is asking you to sleep with him early will surely leave you, the one who loves you is waiting.
You suffer affliction to abstain from doing bad things, or the distress of doing good, you can refrain from the affliction of not wanting to be a committed Christian because you do not want to say that you are a fan or suffer the affliction in the day of judgment when He will say, "Because you were not neither hot nor cold but lukewarm I will spew you out of my mouth." If you suffer or you will be afflicted by it do good and submit to the will of God. The central purpose of our life is to bear fruit for the glory of God, and that everything else is secondary.
Lerma preaches by:Victor R. Pr Preciado Balderramasanadoctrinavictor@gmail.com
http://viclaly5757.blogspot.com/?spref=fbviclaly5757.blogspot.comGood day very respectfully invite you to visit the blogspot that God has given me and, with much love I have some studies that God has given me in Revelation, Ephesians 3:8.

viernes, 15 de febrero de 2013

LIBERTAD VERDADERA NO LIBERTINAJE


Lerma, Domingo 10 de Febrero de 2013

LIBERTAD VERDADERA NO LIBERTINAJE
(Judas 1:4) “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”.
(Gálatas 5:1) “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.
(Hechos 15:10) “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?”

Jesucristo nos habla por medio del apóstol Pablo a los cristianos sobre un punto que es muy importante, y es algo que el Señor Jesús ha estado poniendo en mi corazón, lo cual he estado orando, porque hay problemas y muchos de nosotros no hemos entendido el propósito de Dios en nuestras vidas, y algunos, aunque lo entendemos, no hacemos lo que tenemos que hacer en obediencia al evangelio de Cristo.

Dice Jehová Dios el Señor que nosotros fuimos llamados a libertad, Cristo Jesús nos vino a hacer libres, Cristo vino a romper las ataduras y podrir todos los yugos que impedían que nosotros camináramos de acuerdo a su propósito. De hecho, muchos de nosotros no sabíamos acerca de la Sana Doctrina de Cristo, ni teníamos idea de cuál era la Verdad en la Palabra de Dios, cuál era su voluntad, desconocíamos su propósito; la mayoría o algunos nos dejábamos guiar por alguna religión, denominación o por preceptos muy personales, en fin, no hacíamos de acuerdo a lo que Dios establece en la Doctrina de Cristo.

Cuando compartimos la Palabra de Jehová Dios, debemos hablar que hay un solo Salvador y mediador entre Dios y los hombres, que Cristo Jesús nuestro Señor, ha venido al mundo para darnos salvación, esto significa que cuando muramos no vamos a morir por la eternidad, es decir, no vamos a ser enviados al lago de fuego, que por nuestra fe vamos a vivir en la presencia de Dios y lo haremos por la eternidad, y eso lo entendemos muy bien, y eso nos agrada. A mí me agrada mucho saber que un día iré a la presencia de Dios y viviré con Él por la eternidad, esto no sólo me goza sino que me motiva para seguir viviendo.

Cuando estaba en el mundo vivía con otros conceptos, con otras ideas, con una forma diferente a la de Cristo Jesús, pero hoy día que conozco a mi Rey Jesucristo el Señor, sé de su Gracia y de la misericordia de Jehová, puedo advertir su presencia, su poder, su mano de bendición en mi vida, y en la de la gente que está a mi alrededor como todos Ustedes, los Santos y remanente de Dios mismo; de hecho creo que nosotros estamos siendo preparados de acuerdo al propósito de Dios, para que podamos cumplir con su voluntad y vivamos en plena bendición.

Me da mucha tristeza escuchar mujeres que dicen: "Fulana cayó en la depresión de la menopausia, en una depresión casi suicida, está en una situación difícil". Y me da tristeza porque en esas situaciones, en esas depresiones, en esos problemas, en esas crisis internas cae la gente que no tiene a Cristo Jesús en su corazón. La palabra de Dios nos enseña su voluntad y dice que nuestro Señor Jesucristo nos trae salvación, nos limpia de todo pecado y nos da una relación estrecha con Dios conforme su propósito; una comunión santa, verdadera, perfecta, no tenemos que esperar a morir, pues no es lo mismo tener problemas sin Cristo que con Cristo, pues su diestra nos sostiene y con Jesús todo lo podemos porque Él nos da fuerzas.

Hoy día, tenemos comunión y relación con Dios gracias a que Cristo Jesús tomó nuestro lugar y pagó por nuestro pecado, pero lo importante no es sólo llegar a un punto, a un nivel, lo importante y lo difícil es sostenerse en ese lugar; el apóstol Pablo así lo sabe, ve a la gente que está a su alrededor, los problemas y las luchas que los propios cristianos tienen, él ya lo había enfrentado, como señala la Biblia en otros libros, y hace un llamamiento: Estad, pues, firmes, firmes en la libertad que tienes en Cristo Jesús, es decir, no vuelvas a ser esclavo, no vuelvas a vivir lo que vivías en el pasado, tienes que ser libre. (1Co 15:58) “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. (1Pe 2:16) “como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”.

Los judíos le dijeron a nuestro Señor Jesucristo: ¿libres, de qué? Si nosotros no somos esclavos de nadie, nuestro padre Abraham así nos lo enseñó, y Jesús dijo: eres esclavo del pecado porque haces el pecado, por eso eres esclavo; no eres libre y en tanto permanezcas haciendo el pecado, no tendrás libertad, y les agregó: Por eso he venido yo, para darles libertad. (Juan 8:31-34) “31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.”

Nosotros sabemos esto y aunque entendemos claramente que ese es el propósito de Dios, muchas ocasiones no permanecemos en la libertad que hemos recibido, en realidad no entendemos la magnitud de lo que significa la palabra libre; es muy fácil repetir las palabras que dice la Biblia: "soy libre porque Cristo Jesús está en mi vida, ahora voy a vivir por la eternidad, gloria a Dios".
Si alguien pregunta: ¿Quién es libre? Todos vamos a gritar: "Amen", porque todos nos sentimos libres, pero en realidad no lo somos. Puedo advertir, y el Señor me ha estado hablando en este sentido: hay problemas en nuestro interior que nos mantienen atados y esclavizados.
(Isaías 61:1) escrito está: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”.

Mira mis amados hermanos Jesucristo no le puso nombre a su Iglesia pero si la cimentó en una sola Doctrina de Cristo que hace dar frutos a quien la: obedece, la entiende y se llena del conocimiento del evangelio de Cristo para distinguirse de cualquier otra falsa doctrina que no da frutos.
La Palabra está hablando de una promesa, de lo que sucedería, Isaías está profetizando aspectos muy importantes de nuestro Ministerio de Reconciliación y del propósito de nuestro Señor Jesucristo, no solo vendría Jesús a hablar las buenas nuevas de salvación, no solo hablaría de la posibilidad de vivir por la eternidad en la presencia del Padre, sino que señala algo muy trascendente: viene a vendar a los quebrantados de corazón, a darles consuelo, a sanar toda herida que haya en nuestro corazón; viene a publicar libertad a los cautivos, a los que estamos cautivos nos viene a decir que, efectivamente, tenemos la seguridad de no ser más cautivos, ni esclavos, que podemos ser libres y, además, viene a dar apertura de la cárcel a los presos.

Si estás preso, el Señor viene a abrir la cárcel en la que te encuentras para darte libertad; tal vez digas como dijeron los judíos: Es que no soy preso de nadie, soy libre, transito con toda libertad en este país y hago lo que quiera porque soy libre. La promesa de traer libertad, Dios la estaba dando no sólo a su pueblo, sino a la humanidad. Siglos después, cuando nuestro Señor Jesucristo entró al templo, buscó entre todos los libros y abrió el de Isaías y leyó: (Lucas 4:18-20) “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él”.

¿De qué habla Jesús? Yo soy salvo. Y tú puedes preguntarte lo mismo en este momento: ¿Pues, de qué habla el hermano Víctor? Esta no es una campaña evangelistica para que nos hablen de la salvación. (Lucas 4:21) “Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”. Hoy es un día en el cual nosotros tenemos que mirar a nuestro corazón, mirar a nuestro interior para saber cuál es nuestra situación real, para conocer si somos esclavos o somos libres. (Juan 8:32) “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

El problema, es que muchas ocasiones no queremos conocer la verdad, preferimos vivir en la mentira, preferimos vivir engañados, y no por la mentira y el engaño de los que están a nuestro alrededor, sino de nosotros mismos; nos engañamos, nos mentimos, no queremos ver lo que verdaderamente somos, queremos justificar nuestras actitudes y nuestra esclavitud, culpando a los que nos rodean, es fácil hacerlo.
(Juan 8:34) “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”.

Tal vez en estos momentos estés pensando en aquellos pecados que están escritos en los diez mandamientos, pero hay otras situaciones y pecados ocultos por las cuales tú estás preso. Piensa en lo que hay en tu interior, piensa en cuál es la situación real, verdadera de tu corazón, sin que nadie te la diga. ¿Hay resentimientos, odios, corajes, molestias, rencores? ¿Qué es lo que hay en tu corazón que te ha hecho esclavo de eso mismo, que no te permite vivir en la libertad que dice la palabra del Señor? ¿Qué hay? No te engañes, lo tienes que ver, Dios lo sabe, pero Él no hará nada si tú no le dices: Señor tengo este problema, quiero ser verdaderamente libre, como dice tu palabra; necesito conocer la verdad para ser libre y vivir en la libertad que Cristo Jesús ha traído.

Cierto día, fuimos a casa de unos hermanos y sentí muy feo en mi corazón el ver como unos malos pastores aquí en Lerma Estado de México mantienen prisioneros a las ovejas de Cristo por medio de manipulaciones y de malas enseñanzas, y además por promesas a alguien; y se encuentran prisioneros en un lugar donde NO está Cristo y tampoco el Espíritu Santo. De verdad hermanos existen muchas personas que asisten a iglesias aun cuando las maltratan las menosprecian y están convencidas del error siguen ahí prisioneras y dicen: yo no estoy prisionera, solo estoy por una promesa, Cristo los quiere libertar pero no quieren ser libres porque están engañados por ellos mismos pensando que son totalmente libres, estos pastores panteoneros que le predican a muertos y a todos les dicen amén, en lugar de obedecerle a Dios en su Palabra para ser libres les pasan videos para entretenerlos.
Mira lo que la Palabra dice: (2Timoteo 4:1) “1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,  reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

Creo que el cristiano actual, ya está en las fabulas muy entretenido viendo videos y escuchando prohibiciones por ejemplo: de que el esposo debe de dormir en otra habitación porque es pecado que duerman juntos, escuchando lenguas extrañas y profecías diciendo que Dios dijo pero yo te aseguro que Dios no lo ha dicho nada de lo que ellos dicen que dijo. (1Co 14:17-20) “17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias;  pero el otro no es edificado. 18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida, 20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar”.

Solo tenemos que venir delante de Jesucristo el Señor y le pedimos que nos haga libres diciéndole: perdona nuestros pecados, quita nuestra inmundicia, quita nuestros problemas, y sabemos que el Señor los quita, y tan lo hace que nos sentimos bien, sin embargo, seguimos guardando en nuestro corazón severos sentimientos en contra de los demás, que ocasionan que vivamos con traumas, con frustraciones, con amargura, con dolor, con odios, con resentimientos, con envidias, con egoísmos y con tantas cosas más. Seguimos atados sin entender la verdadera libertad a la que nos ha traído Cristo Jesús.

Decimos que somos libres porque creemos en Jesucristo, decimos que somos libres del pecado porque sabemos que el Señor nos perdonó, pero seguimos con ataduras y con resentimientos en nuestro corazón que destruyen no solo nuestra vida, nuestra paz interior, sino la de quienes están a nuestro alrededor afectando principalmente a nuestras familias; y seguimos mal, muy mal, puedo advertir que en muchos hermanos cuando me platican algunas situaciones, hay todavía rencor, el odio está anidado en lo más profundo de su corazón, en lo más profundo de sus huesos, y eso es delicado; así, no podremos ser verdaderamente libres.

Siempre hay justificaciones y podremos decir que actuamos con molestia porque nos hicieron algo, pero vamos anidando "cosas" en el corazón y seguimos esclavos de nuestros propios resentimientos y sentimientos.
(Romanos 6:16) “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”.
Si me someto a alguien como esclavo para obedecer, me voy hacer esclavo de ese a quien yo me estoy sometiendo, si me someto como esclavo al odio, voy a ser esclavo del odio y no seré libre, voy a ser esclavo y no habrá libertad en mi, aunque grite y proclame que soy libre en Cristo Jesús; las cadenas y la esclavitud más fuerte que pueda existir en el hombre es por lo que está en su propio interior, no es por lo que está fuera, es por lo que está en tu corazón, y eso es grave y el Señor Jesucristo te quiere transformar, te quiere cambiar pero la decisión es tuya.
(2 Corintios 3:17) “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

Debe haber libertad porque el Señor se mueve en una plena libertad, el problema es que nosotros no buscamos la libertad para ser verdaderamente libres. El propósito de Dios es que al morar el Espíritu Santo en ti, tú seas plenamente libre porque donde está el Espíritu Santo ahí hay libertad, la palabra del Señor lo establece; siento tanta tristeza cuando hermanos se van de la congregación buscando algo que les convenga a sus intereses, y que estén de acuerdo con sus propias concupiscencias. Qué tristeza y qué pena me da ese caso, porque a donde vayan seguirán siendo esclavos, no importa que se vayan a una iglesia del otro lado de la ciudad, o del país o del mundo, lo que llevan en su corazón es la esclavitud y seguirán siendo esclavos de sus propios sentimientos y seguirán actuando como esclavos es más caminan como esclavos y todavía traen las mismas vestiduras del pueblo en el desierto.

La solución es sanar el corazón; tenemos que mirar a nuestro interior para buscar la sanidad. Cuando Jesucristo fue llevado ante el concilio para ser enjuiciado, él pasó por situaciones muy difíciles. (Isaías 53:7) “Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. Dios profetizó en relación a lo que padecería nuestro Señor Jesucristo para traer salvación a nuestras vidas, y todo se cumplió, desde que fue detenido hasta ser crucificado.
(Mateo 26:59-63) “Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Más Jesús callaba”.

Fue una situación muy terrible, aún el rostro de nuestro Señor Jesucristo fue desfigurado por los golpes, no había, dice Isaías, parecer en su rostro, ya que fue golpeado brutalmente hasta desfigurarlo, claro que en las películas nos presentan otro aspecto, nos presentan una gotitas de sangre cayéndole del rostro y alguien poniéndole un manto en la cara, y sale la foto instantánea para los creyentes católicos y su fe se fortalezca.
(Mateo 27:14) “Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho”.
(Lucas 23:1-4) “Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a Pilato. Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey. Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre”.
(Lucas 23:9) “Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió”.
Jesús guardó silencio, ¿tú por qué crees que Jesús no dijo nada? se quedó callado cuando se pudo haber defendido y, Porque ante cualquier mínimo detalle la gente, y nosotros nos defendemos, protestamos, y no nos importa nada; nos cuesta trabajo quedarnos callados, siempre buscamos la venganza. Jesús guardó silencio porque era un hombre perfecto, porque su corazón era verdaderamente libre, porque en su corazón no había amarguras, no había odios, no había resentimientos, no había ningún problema contra nadie, no importa lo que le hicieran, el Señor no anidaba rencores.

Tenemos una memoria privilegiada para sacar todo lo que sea necesario para golpear a la persona que sentimos que nos está agrediendo, tú qué podías haber sacado en el lugar de Jesús en esos momentos en contra de aquellos hombres; les hubieras sacado sus trapos al sol a todos, y destrozas a Caifás, a Pilatos y a todos los judíos que estaban ahí; te hubieras llevado cantidad de piedras para apedrearlos a todos, ¿por qué? Porque no somos verdaderamente libres, porque tenemos problemas en nuestro interior, tenemos problemas con nuestros hijos, con nuestra pareja, con nuestros padres, con nuestros hermanos, con la gente que está a nuestro alrededor, con los miembros de la iglesia, con las personas en el trabajo, en la escuela, con los vecinos. ¡Tenemos problemas con todo mundo! Porque existen sentimientos que nos están gobernando y somos esclavos de ellos, ése es el problema.

(Lucas 23:34) “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”.
¿No sabían lo que hacían? Claro que lo sabían, sabían que estaban crucificando a al enviado de Dios, sabían que estaban soltando a un delincuente en lugar de a Cristo Jesús que era inocente, y tan tenían miedo de sus hechos, que después que lo crucificaron pusieron guardias en la tumba para que no se fuera a escapar, pero se les escapó porque resucitó. ¡Gloria a Dios!

Hay sentimientos en tu corazón que se siguen agrandando, y no puedes ser verdaderamente libre; vas a ser verdaderamente libre, el día que tú sueltes todo lo que está en tu interior y digas: Por favor repite conmigo: Ya no quiero tener todos estos resentimientos, ya no me interesan, quiero ser libre; ya no quiero ser esclavo del odio, ni del rencor, ni del coraje ni de nada, quiero ser libre en Cristo Jesús y quiero vivir en esa libertad que él me da. El día que lo hagas, empezarás a ser verdaderamente libre.

PREDICA en Lerma por:
Pr. Víctor R. Preciado Balderrama

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Buen día les invito con mucho respeto a visitar el BLOGSPOT que Dios me ha regalado y que, con mucho amor he puesto algunos estudios que Dios me ha regalado en revelación, Efesios 3:8.