viernes, 9 de noviembre de 2012

VALORA EL EVANGELIO


VALORA EL EVANGELIO

¿Qué es lo que tú valoras? En otras palabras, ¿qué te parece importante? ¿Qué cuidas? El tema de este Estudio es el evangelio. Pablo dice al principio del libro de los romanos: "No me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen" (Romanos 1:16).

Este mensaje que había llevado a Pablo a recorrer dos continentes, a sufrir rechazo y persecución y hambre y naufragios y muchas cosas más, este mensaje - el evangelio - es de gran valor. ¿Lo valoras tú?

Leamos más acerca de esto en (Romanos 16:17-27) “17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. 18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. 19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. 20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. 21 Os saludan Timoteo mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes. 22 Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor. 23 Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. 24 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. 25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, 26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén”.

Antes de continuar, es importante definir el evangelio. ¿Qué es el evangelio, este mensaje digno de valorar? El evangelio es simplemente el mensaje acerca de Jesús, de lo que Él ha hecho para que podamos ser reconciliados con Dios. Es el mensaje de su vida, su muerte en la cruz y su resurrección. El evangelio es el mensaje de Jesucristo.

Para muchas personas, ese mensaje se ha convertido simplemente en otro dato. Así como saben que Cristóbal Colón descubrió América en 1492 y que Benito Juárez fue presidente de México, también saben que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados. A la muerte de Jesús quizás le dan la misma importancia que a los otros datos.

Cuando comprendemos el evangelio, sin embargo, comprenderemos también que es algo de inmenso valor, de mucho más valor que cualquier dato meramente histórico. Nos daremos cuenta que es de tanto valor que valdría la pena hasta dar la vida por él. Y quizás por este mismo motivo, el evangelio está bajo ataque.

Este punto es tan importante que el apóstol interrumpe los saludos que da al final de su carta con esta advertencia. Cuídense, dice, de los que vienen a causar divisiones, y les enseñan cosas diferentes de las verdades que ya han aprendido. (Rom 16:16,17)  “16Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo. 17Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”.

Cualquier cosa de valor siempre estará en peligro. Si tú vivieras cerca de un Museo de Oro. Sería común por las noches oír balaceras entre asaltantes y policías. El contenido del museo será muy valioso, y constantemente estará bajo ataque. Es por la misma razón que los bancos transportan sus fondos en carros blindados; lo valioso siempre está en peligro.

El evangelio también está en peligro. No es el peligro de que alguien se lo robe, sino el peligro de ser trastornado, de ser confundido, de ser pervertido o perdido. Por ser tan valioso, tenemos que cuidarlo. No lo cuidamos guardándolo en una caja fuerte o llevándolo en un carro blindado. Lo cuidamos cuando estudiamos la Palabra para entender bien qué es el evangelio y lo aprendemos a vivir.
(Mat 4:23) “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.
(1Pe 1:25) “Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”

De este modo, podremos reconocer las falsificaciones del evangelio que se nos presentan. Nos daremos cuenta cuándo alguien nos quiere predicar un mensaje que no es bíblico, que no concuerda con el verdadero evangelio. Así aprenderemos, como lo dice Pablo, a ser sagaces para el bien e inocentes para el mal. Rom 16:19 “Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros;  pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal”.

Me llama la atención la astucia que solemos tener para el mal. Si alguien cuenta un chiste colorado, pronto agarramos el significado oculto. ¡Nuestras mentes son listas para ese tipo de cosas! Pero ¿cuántos de nosotros nos hemos esforzado por estudiar y entender el evangelio? ¿Cuántos hemos escudriñado la Palabra para conocer bien qué hizo Jesús y por qué nos importa? ¿Cuántos de nosotros se lo podemos explicar a otra persona para que lo entienda?

El evangelio está bajo ataque, y tenemos que cuidarlo y guardarlo. Cuando lo hacemos, llegamos a comprender el valor del evangelio. Es que el evangelio es el camino a la victoria. Mira lo que dice el versículo (Ro.16:20) "Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes…".

Es cierto que el evangelio está bajo ataque, pero ese mismo evangelio precioso es el camino a la victoria sobre nuestro peor enemigo. La razón por la que el evangelio vale la pena defender es porque es el único modo de tener la verdadera victoria en la vida - y después de la muerte.

Cuando Adán y Eva pecaron, el Señor le dijo a la serpiente que un descendiente de la mujer le aplastaría la cabeza. Ese descendiente fue Jesucristo. La serpiente - Satanás - fue derrotado en la cruz. El sigue teniendo influencia en el mundo, y logra engañar a muchas personas. Sin embargo, él ya ha sido derrotado.

Nosotros, por fe, compartimos la victoria de Jesucristo. ¡Esta es la gran noticia del evangelio! Por fe, sabemos que nuestro pecado ha sido perdonado, que el enemigo ya no tiene poder sobre nosotros y que somos parte de la nueva creación que Dios está preparando. Aunque por el momento vivamos todavía en este mundo con sus problemas y sus enfermedades, pronto seremos completamente libres.

¡QUÉ GRAN ESPERANZA TENEMOS! No dejes que nadie te la robe. No dejes que la preocupación por las cosas del mundo te robe la esperanza que tienes en Cristo. No dejes que la atracción de las cosas del mundo te robe la esperanza que tienes en Cristo. En el evangelio tenemos un gran tesoro, porque el evangelio es el camino a la victoria.

El valor del evangelio también nace de esto: el evangelio exalta a Dios. El valor de cualquier cosa tiene que ver con su origen y su material. Por ejemplo, una moneda de oro es mucho más valiosa que una moneda de cobre, aunque los dos traigan la misma figura. El oro tiene más valor que el cobre. (Isa 45:23) “Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua”.

De igual modo, el evangelio es de tan gran valor porque tiene su origen en el corazón de Dios, y exalta a Dios. Leamos nuevamente los versículos 25 al 27 de Romanos 16. Observa tres cosas aquí acerca del evangelio. En primer lugar, el evangelio fue un secreto durante muchos siglos. “26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27 al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén”.

EL PLAN DE DIOS FUE UN MISTERIO. Había ciertas prefiguraciones, ciertos presagios de lo que iba a suceder que Dios dio por medio de los profetas; pero no se reveló completamente cómo Dios se había propuesto salvar al mundo hasta que Jesús vino. El evangelio es una verdad valiosa que muchos desearon entender, pero que ahora se nos ha revelado a nosotros. (Luc 2:13, 13) “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14  ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”.

EN SEGUNDO LUGAR, el evangelio tiene como su fin la obediencia de todas las naciones. No es solamente para cierta nación, o para la gente de cierto color o de cierto idioma. El evangelio refleja el corazón de Dios, que late con amor para las personas de toda lengua, tribu y nación.
(Rom 14:10-12)  “10Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?  Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

Esto también refleja el gran valor del evangelio. Es una medicina aplicable a la enfermedad de cada ser humano, una cura universal que no tiene limitaciones de eficacia. Sólo esta clase de evangelio podría ser digna del Dios de todo el mundo.

EN TERCER LUGAR, el evangelio lleva a la exaltación suprema de Dios. Cuando tú y yo llegamos a comprender el evangelio, la única respuesta natural es adorar y exaltar a Dios. EL SE LLEVA TODA LA GLORIA POR SALVARNOS. El se lleva todo el crédito. En la cruz, llegamos a entender nuestra incapacidad y nuestra necesidad de un Salvador, y El se merece toda la gloria.
(2 Tesalonicenses 2:13-17) “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido,  sea por palabra, o por carta nuestra. 16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.

¿Qué valor le das al evangelio? ¿Qué importancia tiene en tu propia vida? Quiero animarte a considerar ahora las decisiones que tomas a diario. ¿Cuánto tiempo inviertes en conocer mejor el evangelio? ¿Cuánto te esfuerzas por compartirlo con otros? ¿Qué valor le das? (2 Tesalonicenses 1:6-10) “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron  (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)”; (Efesios 1:13-23).
(Isa 54:17) “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.
Los amo en el amor que Cristo ha puesto en mi corazón para cuidar de su rebaño el cual somos todos nosotros comiendo del mismo prado verde y nutritivo para cuando Él venga nos encuentre con mucha fe y bien alimentados y fortalecidos en una misma esperanza.

Estudio en Lerma por él:
Pr. Victor R. Preciado Balderrama.
         sanadoctrinavictor@gmail.com

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