viernes, 9 de noviembre de 2012

SANTOS QUE BEBEN

 SANTOS QUE BEBEN 
Una protesta contra la propagación alarmante de la bebida entre cristianos

“El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora; ninguno que por su causa yerre es sabio” (Proverbios 20:1).

Esta nación rápidamente se está convirtiendo en una sociedad empapada por muchos ciudadanos intoxicados. Ahora mismo, el alcohol es el becerro dorado moderno, y millones de personas, jóvenes y viejas, masculinas y femeninas, han sido seducidos por esto.

El abstemio, los prohibicionistas y todos aquellos que por años han peleado contra esta inundación de bebidas han sido burlados hasta que dejaron de existir. Nos reímos para escarnecer a las pequeñas damas anticuadas que salían a quebrar los barriles de whisky y cerraban barras y lugares parecidos, y hacían votos de abstinencia.

El mundo de liberales modernos, han convertido la bebida en algo popular. Ahora se considera sofisticado, urbano, y en buena onda beber socialmente. Trate de decirle “No” a la azafata del avión que te empuja la bebida desde que abordas hasta que desbordas del avión. “¿Qué, quieres decir, no bebidas?” Ella te mira como si fueras algún loco por rechazar una bebida gratis.

En el mundo en la actualidad, la gente se ofende cuando rechazas una oferta de bebida adicional. Ellos tratan de hacerte sentir impropio porque no te unes a ellos, o que estas poniendo una actitud “mas santa que los demás.”
“No estés con los bebedores de vino,…” (Prov. 23:20).

Para mí, la verdadera tragedia es que muchos que se llaman “CRISTIANOS” ahora están bebiendo. Yo les llamo “santos que sorben,” porque así es como todo comienza – por un sorbo a la vez.

Una encuesta reciente reveló que el 81% de todos los Católicos ahora beben y un 64% de todos los Protestantes. Estas sorprendentes cifras siguen aumentando cada mes. La actitud permisiva hacia la bebida social esta invadiendo progresivamente los círculos conservadores de la iglesia evangélica.

En convenciones donde miles de santos de Dios “llenos del Espíritu” levantaban sus manos en alabanza y adoración a Dios – y después de ser despedidos, un tropel de ellos sale al estacionamiento, abren el baúl de los autos y sacan cervezas en paquetes de media docena y los pasan a sus compañeros feligreses. Otros piden bebidas mezcladas con sus comidas en restaurantes, entre las secciones de alabanza. Ellos regresan a hablar con “lenguas picadas.”

“En sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, pero no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.” (Isaías 5:12).
El profeta Isaías tiene un mensaje para todo el movimiento carismático – tanto en los círculos Católicos como en los protestantes.
“Por tanto, mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento,... Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio; el Dios Santo será santificado con justicia.” (Isaías 5:13-16).

El profeta Óseas dijo, “Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.” (Óseas 4:11). Esto sugiere que los santos que sorben tienen los corazones divididos.

Las personas llenas del espíritu del error reclaman que son: “reyes y sacerdotes” al Señor. La Biblia declara enfáticamente, “...no es digno de reyes beber vino, ni de príncipes darse a la sidra; pues quizá bebiendo olviden la Ley...” (Prov. 31:4-5).

El escritor de Proverbios sugiere que cristianos vencedores y felices no necesitan vino, eso es solo para los deprimidos y moribundos.

“Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado:..” (Prov. 31:6).

Muchos defienden su postura de la siguiente manera: Somos buenos cristianos que asistimos a la iglesia. Amamos al Señor y no vemos nada malo en servir vino en nuestro hogar. Bebemos moderadamente y nuestros hijos están aprendiendo a beber bajo nuestra supervisión. Ellos no se exceden. Nunca hemos visto a nadie borracho en nuestro hogar.

Y cualquiera me puede decir lo siguiente: “Usted simplemente está tratando de hacernos sentir culpables y esta empujando su moral fundamentalista sobre nosotros. Nosotros no fuimos criados bajo los tabúes legalistas como evidentemente lo fue usted. ¡Francamente, señor, nuestro hábito de bebidas no es asunto suyo!”

Por misericordia, Dios bendiga a esas familias– pero uno de estos días será asunto mío. Comienza a ser asunto mío cuando esos adolescentes salen con sus amigos y se emborrachan.

Muchos comienzan de esta manera sutil y repentino en su propio hogar cuando sus padres les enseñan a beber moderadamente. En fiestas, cumpleaños y cuando llegaba visita, todos participaban de una bebida social. La servían con la comida. Todos admiramos y amamos a nuestros padres. Ellos desprecian la borrachera, sin embargo, tienen un bar en la casa.

Los jóvenes comienzan a ir a fiestas de adolescentes y comienzan a beber socialmente con su grupo. Eso los lleva a beber en clubes. Pronto se estarán emborrachando en camionetas estacionadas. Finalmente, cuando los problemas se le amontonen, los jóvenes comenzaran a depender excesivamente del vino. Terminando en una institución mental, o una asociación alcohólica, intolerante, e inflexible.

Esa misma historia la he escuchado repetir una y otra vez a lo largo de de mi vida. Pero ahora, lo sigo escuchando en familias cristianas “Yo considero a los padres cristianos. Que van a la iglesia. Pero siempre sirven vino o cerveza en casa. Los hermanos mayores beben moderadamente y para el joven puede llegar a ser un héroe. Y el joven beberá para ser como sus padres y como su hermano mayor, pero no podrá controlarlo. Pero ellos hacen pensar que beber es algo que toda gente buena hace.”

¿Tengo algún prejuicio? o ¿Tengo la mente cerrada? ¡Por supuesto, que sí! Y tengo razón para mantenerme firme. Toda mi vida fuera de Jesucristo siempre me llevó a pensar que es bueno y además social, parte de una buena cultura de relaciones con tus semejantes pero he visto muchísimos matrimonios destruidos y mujeres maltratadas e hijos abandonados y peor aún violados y hasta muertes debido al alcohol por lo tanto no puedo abrir mi mente cuando el mismo Jesús serró y sano la herida en mi propia carne, no puedo abrir mi corazón cuando yo mismo he perdido a mis hijos, no puedo ser tolerante a lo que Jesús pago el precio para que tu y yo seamos diferentes.

He escuchado todas las excusas por la bebida entre los cristianos en Toluca – y no puedo aceptar ninguna de ellas. Culpan el agua impura. Dicen que es parte de su cultura y costumbres, además pastores que no tienen la mas mínima idea del muchísimo daño que están ocasionando al permitir diciendo que no es pecado una o dos bebidas.  Y Ellos beben “porque siempre lo han hecho.”

Cuán profundamente ofendido estuvo el apóstol Quiroga, en México cuando me negué a tomar su vino. ¡Cristiano del domo en Toluca, quienes adoptan las costumbres europeas, me dicen que beber no hace a nadie pecador “como hacen en Paris Francia!” Sin embargo, cuán profundamente herido debe de estar Jesucristo cuando algunos de estos mismos ministros están tan borrachos que no se pueden mantener despiertos durante ministraciones en el nombre de Jesús.

Existe un nivel alarmante de alcoholismo y bebidas fuertes en círculos cristianos en Toluca. ¡Ellos se emborrachan! ¡Ellos no son moderados! Ningunas de sus excusas sirven. Y que falsedad en los cristianos Toluqueños que beben “solo en Toluca.” ¡Ellos no tocan una gota mientras ministran, pero ellos creen que es “gracioso” unirse con los hermanos allí y sorber unos cuantos tragos después de la ministración!

¡Estoy profundamente ofendido por cristianos que beben por el terrible ejemplo que les da a la gente joven! Esta nación ahora está enfrentando una plaga de bebida entre los adolescentes. Las dos palabras más populares en la escuela hoy son “navegar y tomar.” La borrachera se está extendiendo en nuestras escuelas como reguero de pólvora fuera de control. Los muchachos me dicen que como el 80% de su clase no solo bebe y fuman, sino que se emborrachan hasta caer. Estamos enfrentando más de un posible millón de jóvenes alcohólicos.

He ayudando a drogadictos. Pero esta furia de bebidas que ahora esta barriendo nuestra nación, el Estado de México y especialmente Toluca y sus alrededores como San Mateo y Lerma y me asusta. ¡Ellos beben ahora porque piensan que el alcohol no les hará el efecto que las drogas! La bebida ahora es la “DROGA LIQUIDA” de preferencia.
Dondequiera que ves a los adolescentes emborrachándose, ellos dicen – “Ningún policía, ningún pariente, ningún político nos puede molestar – porque todos ellos lo están haciendo también. ¡Finalmente encontramos algo que no nos pondrá detrás de las rejas!”
No quiero involucrarme en el antiguo argumento de la Biblia y el vino fermentado comparado con el jugo de uva. Pero mientras más veo a estos jóvenes, explotados y quebrantados – más convencido estoy que Jesús no se mofó de esa muchedumbre en la fiesta de bodas en Canaán con la misma cosa que está destruyendo a nuestra juventud hoy en día.

¡Cristo vino a cumplir la ley! Y La ley dice, (Pro 20:1) “el vino es escarnecedor... ninguno que por su causa yerre es sabio” ¿Estaba Cristo engañado? ¿Serviría él una bebida que llevaría al hombre a salir borracho de la fiesta a calentar a su esposa? Y en la corte le preguntarían a ese hombre, “¿Cómo llego a estar tan borracho?” Y el hombre culpado contestaría, Estuve en un banquete de bodas y Jesús de Nazaret sirvió una bebida fuerte. Él me emborrachó.”

Yo no puedo concebir que Jesús burlara a esa muchedumbre y serviría una bebida que pudiera ser abusada si se tomaba sin moderación. Yo creo que el elixir que Jesús sirvió fue el jugo puro de la viña – ¡un ponche sobrenatural tan lleno de la verdadera mezcla de la naturaleza, que era único y un cambio aceptado! ¿Añadiría Jesús alcohol al contenido de Su bebida sobrenatural y hacerle “picar” cuando la ley dice – “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa, se entra suavemente…” (Proverbios 23:31)?

Eso fue escrito por un rey que “Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino,” (Ec. 2:3). Y Cristo, nunca, nunca les hubiese dado vino a sus invitados que fuera intoxicarte. Pablo también conocía la ley. Él reverenciaba la sabiduría de Salomón. ¡El jugo puro de la uva es bueno para la salud! Es nutritivo. Pero el vino fermentado ya no es nutritivo. ¿Cómo Pablo podía recomendar bebida alcohólica cuando la ley que él respetaba advertía, “…no estés con los bebedores de vino…”? (Pro 23:20)

Pero el verdadero asunto no es si el Nuevo Testamento se refiere a vino fermentado o al jugo de uva. El verdadero asunto es el abuso tan prevalente en la actualidad. Salomón tuvo tres mil esposas. En un tiempo, Moisés permitió el divorcio. Mira hasta donde nos ha llevado el ser permisivo: a los llamados clubes cristianos, donde aparece la cerveza y baile a música cristiana. “Cristianos” que ‘rockean’ y beben. “…si acaso beben y olvidan la ley...”

Existe un alto porcentaje de divorcios cada año. Millones de niños son víctimas de hogares rotos. Existe baile ya con un toque erotico en algunos santuarios de iglesias. Ministros liberales se mofan de los estándares bíblicos pasados de moda. Ellos ahora les dicen a nuestros hijos, “La masturbación es un regalo de Dios para aliviar tus tensiones.”

Los cristianos, ¿beben por ignorancia? ¿Es que nadie los ha retado con la Palabra de Dios? ¿Es que estos nuevos convertidos del movimiento Jesús beben para demostrar que son liberados y no están bajo la ley?
Jóvenes, miembro de algunas Iglesias cristianas, me comentan y recientemente me dijeron, “Claro, todos bebemos. ¡Jesús lo hizo, Pablo también! La Biblia no está en contra de eso. Nuestros líderes beben moderadamente. Ellos son buenos maestros Bíblicos y viajan, hablan en reuniones de jóvenes.” Si – y por cierto yo sé que algunos de ellos fuman también. Ellos mezclan a Jesús con su música de rock pesado, porque andan evangelizando en los antros y solo Dios sabe dónde termina su compromiso.

Ellos parecen creer que con tan solo añadir la palabra “Jesús” a cualquier cosa lo santifica y lo arregla todo. Tú dirás – “¡No juzgues, Victor! ¿Y la viga en tu propio ojo?” No soy el juez de nadie. No me he colocado como algún vocero de algún grupo.
(Heb 12:25) “Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos”.

(1Pe 4:11) “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”.

(Jud 1:16-18) “Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho. 17 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos”.
¡Es tiempo que todos los cristianos bebedores sean retados! Es tiempo que el Espíritu Santo exponga la actitud disoluta, descuidada y “todo vale.” Si es malo que los alcohólicos, drogadictos y prostitutas convertidos beban, aun moderadamente, entonces es mortalmente mal que cristianos maduros beban y les den un ejemplo pobre a ellos.

Y me siento espiritualmente indignado cuando los cristianos bebedores vuelven con – “Ah, tú eres un fundamentalista, atado a la ley, un moral bonachón. Nosotros los cristianos liberados estamos libres en Cristo. No estamos bajo la ley. No seremos atado por tus ataques a nuestra libertad.” Yo solo sé que la libertad no debe de usarse como libertinaje y la gracia de Jesús como pretexto.

Eso ofende todo lo que en mi anhela devoción y santidad. Eso ofende a todo joven convertido a quien Dios ha convencido de hábitos pasados de bebida. Y la Biblia dice – “Y cualquiera que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mi, mejor fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! (Mateo 18:6-7).

Me niego a dejarme vencer por las crecientes presiones de mundanalidad, en lugar de oler a Cristo el cristianismo de hoy apesta a mundo– ¡disfrazada de libertad espiritual! ¿Qué nos ha pasado, santos de Dios – cuando nos podemos sentar libremente sin reprender la rápidamente podrida moral en la casa de Dios? Yo creo en la gracia libre, pero no en el libertinaje. Yo creo en la impuesta rectitud de Cristo, por fe. Pero también creo que la santidad de Dios exige que nosotros “no toquemos lo inmundo.”
También creo que los ministros que fuman no están siendo honestos con Dios. Estos “profetas que resoplan” se niegan a practicar lo que predican. Y los ministros que beben son un reproche al nombre y poder de Dios.
No es un esfuerzo condenar a los verdaderos ministros del evangelio. Pero, nosotros como ministros y padres, ¿cómo podemos pedirles a nuestros hijos que dejen las drogas y el alcohol, si nosotros no limpiamos nuestras propias vidas – y somos un ejemplo de Cristo?

A veces, solo por un momento fugaz, pienso en mi mismo, “A lo mejor yo soy el equivocado. A lo mejor estos nuevos cristianos que ‘rockean’, fuman, beben y quienes vuelven a sus lugares favoritos a cantar, a entretenerse y a actuar – a lo mejor ellos han visto algo en Dios que yo aun no he visto. Quizás todos estos cambios rápidos no son compromiso, sino una señal de madurez y crecimiento. Quizás soy muy anticuado – demasiado fuera de las cosas para no reconocer alguna cosa nueva que Dios está haciendo.”
Por favor, ¡no te enojes conmigo! Si tú eres uno de los santos que beben a sorbos – no permitas que tu herida o rabia te roben de la verdad. Si te sientes molesto con este mensaje de separación – probablemente es porque Dios ya te ha convencido – y ahora él quiere que disfrutes de completa libertad.

Ora para que Dios lo ponga en el corazón de ministros por toda la nación – para tomar una posición audaz en sus pulpitos contra esta insidiosa tendencia.
¡Ora por nuestros adolescentes! Las presiones en ellos para que beban con los demás están empeorando diariamente.

Ellos necesitan ser animados a tomar su posición y resistir, a no ser que sean arrastrados por este torbellino de borrachera.
Aunque no te sientas “convencido” – ¡abstente por la sencilla y poderosa razón de poner un ejemplo ante la juventud!

(1Pe 5:2,3) “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.

“¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.” (Proverbios 23:29-33).

Estudio bíblico de los Miércoles.
Pastor: Víctor R. Preciado Balderrama.

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