lunes, 12 de noviembre de 2012

PASEMOS AL OTRO LADO


PASEMOS AL OTRO LADO
Marcos 4:35 - Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos: Crucemos al otro lado.

INTRODUCCIÓN.-
Todos los días y a toda hora nos encontramos ante situaciones en las cuales tenemos que tomar decisiones, y no siempre se toman con la misma rapidez, ya que en ocasiones hay vacilación para emprender algo, porque surgen muchas opciones que hacen pensar para escoger la mejor solución, llegando repetidas veces a postergar por días, meses y años inclusive, hasta tal punto que hay casos en que transcurre toda la vida y nunca se han tomado determinaciones acerca de algún asunto en el cual se pensó en cierta parte de la existencia, y solo queda el recuerdo de lo que alguna vez se quiso terminar.

Desafortunadamente, hemos sido educados con la cultura del "mañana", siendo muy frecuente escuchar, y también que nosotros practiquemos aquello del mañana, cuando se trata de hacer algo, y así las cosas han pasado muchos mañanas y al hacer un balance de la vida vamos a encontrar con sorpresa que tenemos infinidad de pasados, saturados de mañanas, que nunca fueron presente, sino que se quedaron solo en futuro sin realizar, y en un futuro sin fin.

Hace muchos años, cuando hubo la amnistía de los Estados Unidos, conversando con un Gringo, me dijo algo impresionante, que me ha marcado para toda la vida, puesto que siempre pienso en esa frase: "Oh!, en México, todo es mañana"

Ahora bien no es fácil modificar esas tradiciones, sobre todo cuando no se tiene un pleno reconocimiento de la nocividad de esa costumbre, y para lograr enderezar el camino se requiere una sabia decisión, que es de lo que hoy vamos a hablar, y para ese fin he dividido este sermón en 4 partes que veremos a continuación:

1) UNA INVITACIÓN
Trayendo la palabra de Dios al presente, encontramos en este versículo, una invitación que el Señor nos hace para pasar al otro lado. El Señor Jesucristo, vino a la tierra, y nos encontró en el lado del pecado, de la tradición, de las costumbres humanas, y él quiere ahora que le acompañemos a pasar al lado de la nueva vida, del arrepentimiento, del amor y de la salvación. Es opcional de nuestra parte seguir al Señor en este llamado que nos hace, a lo que tenemos tres opciones posibles, que son las que vamos a estar analizando en este momento.

TODO CAMBIO, REQUIERE UNA VOLUNTAD PARA HACERLO,
Y UNA DISCIPLINA CONSTANTE PARA PERMANECER EN ÉL”

Siempre en la vida encontraremos situaciones parecidas, y comúnmente vamos a observar algunos aspectos normales en la naturaleza humana, pero que son los que constituyen la diferencia en las personas, y hacen que algunos tengan éxito, mientras otros también lo logran pero después de un tiempo más prolongado de esfuerzo, y otros que mantienen una posición conformista y que son los que conocemos con el nombre del montón.

Para entender esto, nos vamos a valer un sencillo ejemplo y como nosotros venimos de una ciudad trenera presentaremos a un tren, que llamaremos el tren del cambio. Así que para que el tren tenga movimiento o cambio de lugar necesita alguien que lo conduzca, y ese alguien aquí es la locomotora (maquina), o sea la que jala los vagones. Esta locomotora representa a las personas que inician y promueven el cambio1.

Pero hay otros que simplemente se montan al tren2, y entonces, sin ser generadores del cambio, participan de él pues son movilizados, aunque su movimiento lo propicie otro, que es la locomotora, o los generadores de ese cambio, llamados líderes.

Y hay un tercer grupo3, que son los que no se suben al tren, sino que lo ven pasar, y se quedan en el mismo lugar. Estos son los indiferentes, conformistas, que no les llama la atención cambiar.

Así que tomaremos tres ejemplos que son:
1- GENERADOR DEL CAMBIO, JESUCRISTO quien nos llama a salir del lado en que nos encontramos, y se convierte en nuestro líder.

2- PASAJEROS DEL TREN. Aquellos que DECIDEN ACEPTAR EL LLAMADO DE JESÚS, y se suben con él para ir hacia el otro lado.

3- QUIENES NO SE SUBEN AL TREN, que son LOS QUE SE QUEDAN PENSANDO EN HACERLO POSTERIORMENTE, o que definitivamente no aceptan la invitación de Jesucristo.
Entonces vamos a analizar estos tres tipos de personas:

2) RECHAZAR LA INVITACIÓN
Como dijimos antes, estas son aquellas personas que se dedican a pensar si toman o no toman la decisión de aceptar el llamado de Jesucristo de pasar al otro lado, lo cual generalmente se convierte en un tiempo indefinido, que equivale a rechazar.
Esto significa que:

a)- DECIDIERON QUEDARSE DEL LADO DE LA TRADICIÓN
Y entonces continuarán en la práctica de aquellas cosas que les llegaron de generación en generación, muchas de ellas no ajustadas a la palabra de Dios.
Lucas 9:62.- Jesús le respondió: Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.

b)- DECIDIERON QUEDARSE DEL LADO DEL ENGAÑO
Y seguir practicando la hipocresía, falta de sinceridad con los demás y consigo mismo.
Los griegos tenían una palabra para esto: hupokritos, y ha pasado al castellano con un sonido similar hipocresía, y con el mismo sentido: Jugar un papel, actuar aparentando lo que no se es y no se siente.

c)- DECIDIERON QUEDARSE DEL LADO DE LA MENTIRA.
Y seguir practicando la mentira, con tal de quedar bien ante los hombres.
Antes de nacer de nuevo, yo decía mentiras, y pensaba que como eran mentiras pequeñas, no tenían incidencia en mí. Por ejemplo le decía a mi Esposa cuando llamaban: "Si es para mí, diles que no estoy". Luego comprendí que la mentira por insignificante que parezca, es grave, pues Dios dice que aborrece los labios mentirosos.
Proverbios 12:22a.- El Señor aborrece a los de labios mentirosos.
Muchas personas usan mentiras llamadas piadosas, y hasta se justifican diciendo: "El Señor entiende"

d)- Decidieron quedarse del lado de la idolatría.
Y se inclinan ante imágenes, o tienen personas o cosas en las que confían primero que en Dios.
Hay personas que se sienten inseguras si no cuentan con el amuleto, con la imagen, o con el elemento de fabricación humana al que le han dado poderes sobrenaturales, que no tienen.

Dios ha dicho que el principal mandamiento es "AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS".

Pero hay quienes por delante de Dios tienen a sus padres, sus hijos, su trabajo, sus posesiones, sus amuletos, sus agüeros.


e- Decidieron quedarse del lado de la desconfianza.
Y piensan que Dios no les escucha, porque no tienen respuesta a sus oraciones.

f- Decidieron quedarse del lado del pesimismo.
Y piensan que Dios no es capaz de hacer las cosas que parecen imposibles.

g- Decidieron quedare del lado de la tristeza.
Y se sienten tristes con frecuencia y muchas veces sin explicación alguna.

h- Decidieron quedarse del lado del miedo.
Y aún sienten temores por la vida presente, por la futura, por la salud, por la solvencia económica, por los hijos, por la familia, etc.

III- SEGUIR DE LEJOS A JESÚS
Seguir de lejos al Señor, trae consecuencias graves, como veremos enseguida:

a- NEGAR A CRISTO.
Así como Pedro cayó en el odioso pecado de negar a Cristo, nosotros podemos caer igualmente.

Hay quienes estando en una reunión social, se complacen de escuchar chistes groseros y vulgares, y no se atreven a retirarse.

b- ES FÁCIL CAER EN EL PECADO.
Cuando se sigue de lejos a Jesús, se cae fácilmente en el pecado.

c- PÉRDIDA DE PAZ Y GOZO.
Aunque el cristiano puede seguir a Cristo de lejos, sin caer abiertamente en el pecado, no puede hacerlo sin perder la bendición espiritual.
IV- IR EN LA MISMA BARCA CON JESÚS.-

Esta es la mejor decisión, La palabra de Dios nos presenta un ejemplo de una decisión inmediata, y la encontramos en el relato acerca de Zaqueo, que era recaudador de impuestos, quien acudió de inmediato al llamado de Jesús.

Las oportunidades hay que aprovecharlas en el momento en que se presentan, porque no siempre se repiten, si no se hace se puede perder eternamente. El tiempo no se puede devolver, así que los minutos que han pasado, ya no se pueden volver a experimentar ni a vivir.

La decisión de seguir a Jesucristo, no garantiza que no habrá tempestades, pues de todas maneras llegarán, pero lo que si garantiza es que Cristo estará en la misma barca con nosotros, lo que obliga su presencia en esas tempestades para calmarlas y así llegar al otro lado, tal como lo hizo en esta ocasión con los discípulos.

Debemos recordar que Dios no tiene preferencia por nadie, pues a todos nos ama por igual, pero lo que si marca la diferencia es que tiene amigos íntimos, como lo vimos en el caso de Juan, llamado el discípulo amado, no por que no amara a los demás, sino por la intimidad que tenía con Jesucristo.

Esa intimidad la podemos buscar nosotros, y el Señor la recibirá gustoso. Solo es necesario hacer lo que él ha mandado.

Juan 15:14.- Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Esta decisión también asegura:

Amor, Alegría, Paz, Paciencia, Amabilidad, Bondad, Fidelidad, Humildad, Dominio propio.

CONCLUSIÓN.-
¿Hasta cuándo vas a estar entre dos caminos?... La pereza o la cobardía darán siempre una excusa, pero el Señor dice que hoy es el día preciso para tomar una decisión trascendental, dejando atrás las tradiciones, los temores, el apego a los bienes terrenales, la mentira, el egoísmo, y en fin toda aquella carga que impide abordar la misma barca con el Señor.

Es necesario dejar el peso de esa carga, porque estorba para el nuevo viaje, y además no se necesita, porque en el otro lado se tendrán cosas mejores y duraderas


Predica en Lerma por él
Pr. Victor R. Preciado Balderrama

No hay comentarios.: