LA LLAGA PODRIDA DE JESUCRISTO
“Desde la
planta del pie hasta la cabeza, no hay en él cosa sana sino herida, hinchazón y
podrida llaga; no están curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite. Lavaos y
limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad
de hacer lo malo; aprender a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al
agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Is.1:6,
16-19.
Dios le está
hablando a su pueblo de su situación espiritual diciéndole Desde la planta del
pie hasta la cabeza, no hay en él cosa sana sino herida, hinchazón y podrida
llaga.. Jesucristo también describió la condición interior y espiritual
del hombre: "Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos
pensamientos, adulterios, fornicaciones, homicidios, hurtos, avaricias,
maldades, engaño, vicios, envidias, chismes, soberbia, insensatez..." Mr.
7:21-23.
¿Qué es lo que
pretende Dios con su Pueblo? RESTAURARLOS a su belleza y gloria del principio.
"Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su
vestido. Con vestidos de bordados será llevada al rey" (Sal 45:13-15).
Ef.5-27 Por eso Dios hace un llamado: "Entre la entrada y el altar
lloren los sacerdotes ministros de JEHOVÁ, y digan: Perdona, OH JEHOVÁ, a tu
pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad… ¿Por qué han de decir entre los
pueblos: Dónde está su Dios?" (Jl
2:17).
El señor dice: “No
me sirve tus sacrificios” ¿Para qué me sirve... la multitud de vuestros
sacrificios?: No me sirve los holocausto, no quiero sangre de buey ni de oveja,
incienso, luna nueva, vuestras asambleas. Quiero, sanidad, limpieza,
humillación,
arrepentimiento.
Al arrepentimiento
y humillación Dios promete restauración: "Tierra, no temas; alégrate y
gózate, porque JEHOVÁ hará grandes cosas… Y os restituiré los años que comió la
langosta, el pulgón, el revoltón y la oruga, mi gran ejército que envié contra
vosotros" (Jl 2:21, 25).
¿Cómo se puede
limpiar el alma de las faltas que han provocado herida, y
llaga?
Dios da la
respuesta. Aplicando Sangre y agua limpia. V-16: “Lavaos
y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad
de hacer lo malo”
“La sangre de Cristo
nos limpia de todo pecado”
Si, pero
para que la Sangre nos limpie tengo que despojarme de la Iniquidad primero:
“Quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos” ¿Qué es
iniquidad? Es cuando conociendo a Dios y sabiendas se está haciendo lo malo. Es
la iniquidad, lo malo lo que provoca heridas, llagas, y enfermedades en el alma
y corazón.
Necesitamos dejar
de hacer lo malo; arrepentirnos, lavarnos, limpiarnos, para que las heridas se
curen. De lo contrario será como dice: Is.1-6 Desde la planta del pie hasta la
cabeza, no hay en él cosa sana sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están
curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite.V:17: “Aprender a hacer el bien;
buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a
la
viuda”.
Si usted no sabe
hacer el bien, pídale dirección a Dios, el Espíritu Santo le va a dirigir para
eso Dios lo llenó. El dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que
debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”. Salmo 32:8“Restituid al agraviado”. Si
usted ofendió, robó, defraudó, Hizo algo malo contra a alguien, debe
restituirlo.
Cuando hemos
tomado la decisión de curar nuestras llagas, Lavarnos y limpiarnos de toda
maldad; quitar la iniquidad del corazón, dejar de hacer lo malo entonces el
Señor te llama: “Venid luego, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana” .
Dios quiere
sanar toda herida del alma, toda llaga del corazón. Jesús te dice: no importa
que tan grandes y terribles sean los pecados que hayas cometido, voy a limpiar
tu vida, voy a emblanquecer todo pecado, y los voy a borrar. “Si quisiereis y
oyereis comeréis el bien de la tierra, si no quisiereis y fueres rebeldes,
seréis consumidos a espada; porque la boca de Dios lo ha
dicho”.
Si usted siente
que algo está sucediendo en su corazón, es que Dios está obrando, está
limpiando, lavando y sanando toda llaga, toda herida que hay en lo profundo de
su ser. Ha comenzado a correr el río del Espíritu Santo. Isaías 53:4-5 dice:
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, más él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra
paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
Isaías 38: 1-8
dice: “Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, y le dijo: el
Señor dice así: Ordena tu casa porque morirás y no vivirás. Entonces volvió Ezequías
su rostro a la pared, hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te
acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y
que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con
gran
lloro.
Entonces vino
palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve y di a Ezequías: Que Yo he oído su
oración, Que Yo he visto sus lágrimas, y he aquí yo añado a tus días quince
años. Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria. Pero
algo tuvieron que hacer: V-21 y 22: “Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga
y sanará”.
VUÉLVETE A MÍ, PORQUE YO TE REDIMÍ
El hombre es un
ser espiritual, nuestra existencia tiene un significado más que el de
simplemente nacer, crecer, reproducirse y morir. (Voluntad de Dios para los
aves, arboles, animales, pero no para el hombre). "Vuélvete a mí, porque
yo te redimí" (Isa. 44:22). Dios está diciendo que él es
el único que pudo sanar nuestra podrida llaga. Por eso dice: "Mirad a mí,
y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay
más" (Isa. 45:22). "A vosotros, que estabais muertos en pecados, os
dio vida con Cristo, y perdonó todos vuestros pecados" (Col.
2:13).
Debemos tomar la
promesa de Dios en 2 Crónicas 7:14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual
mi nombre es invocado, y oraren, y buscaran mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su
tierra”.
Ya es hora de
buscar sanidad para el alma y el espíritu “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu
Dios; porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica,
y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te
ofreceremos la ofrenda de nuestros labios” (Os.
14:1-2).
¡Sólo hay una
esperanza! “Reconoce, pues, tu maldad” (Jer. 3:13). “Convertíos, hijos
rebeldes, dice Jehová, porque yo soy tu esposo” (Jer. 3:14). “Vuélvete a mí,
dice Jehová” (Jer
3:1).
Dios
promete: " He aquí que yo hago cosa nueva No os acordéis de las cosas
pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas." (Is 43:18, 19).
Predica
en Lerma por él
Pr.
Victor R. Preciado Balderrama
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